Manuel Lubián es un taxista que recorre la ciudad de México, y su vida habría pasado desapercibida de no ser por lo que le ocurrió una tarde lluviosa de 1997. Ese día alguien dejó olvidado un maletín con 53.000 dólares y joyas de gran valor.
Él, decidió esperar en el hotel de los clientes que se habían montado en su taxi con ese maletín para devolvérselo. El maletín resultó ser de un senador boliviano que notificó a las autoridades el buen hacer de Manuel.