"Con la tecnología que tenemos hoy en día, cuando ya me haya ido podré responder a las preguntas que me puedan hacer", explica Steven. Esta conversación podrá ser posible gracias a un algoritmo que unirá las futuras preguntas con la respuesta más parecida que haya dejado uno de estos supervivientes que como Steven participan en este proyecto.
"Ha sido muy emocionante ser uno de los primeros", cuenta. Los propios chavales que han participado en la elaboración de las preguntas saben de la importancia de preservar estos testimonios para siempre.
"Las futuras generaciones no tendrán la oportunidad de escuchar en vivo lo que ocurrió, así que tienen que conseguir una idea de lo que paso más allá de los libros", cuanta uno de los chicos que han participado en este proyecto que contribuirá a que en el futuro no se olvide el relato de aquellas personas, que cómo ellos mismos explican, tuvieron que conocer los límites de la crueldad humana.