Dice Sergio del Molino que Antonio Lucas tiene algo de polizón, de intruso que ocupa un lugar que nadie pensó para él: "Antonio es un poeta que ejerce de polizón en el periodismo, y ahora es un polizón de la novela que nos hace reflexionar a todos sobre nuestra condición de polizones".
En 2018 el periodista y poeta Antonio Lucas realizó una serie de reportajes para 'El Mundo' sobre su experiencia en Gran Sol, en el caladero mítico y terrible, a bordo del arrastrero gallego Nuevo Confurco. A raíz de todo lo que vivió durante esos veinte días embarcado ha escrito la novela 'Buena mar', donde él mismo se define como un polizón, un individuo que viaja sin papeles en un barco, alguien que oficialmente no existe.
Aunque muchas de las cosas que aparecen en el libro forman parte de la ficción, Lucas explica que "las vidas de aquellos once marineros que fueron mis hermanos, mis padres y, en definitiva, mi familia durante ese tiempo, sí es cierta". Con todo ello, 'Buena mar' es "el homenaje que el periodismo no llegaba a hacer a esos hombres que para mí fueron el mejor salvoconducto para comprender que la vida en tierra es mucho más leve de lo que pensamos", afirma el periodista.
La idea de realizar ese viaje hasta el Gran Sol le surgió a Antonio Lucas comiendo con Manuel Villanueva de Castro, hijo de un marinero de Gran Sol, quien le contó que su hermano Agustín naufragó en su primera marea en Gran Sol y falleció. Agustín Villanueva, falleció con 29 años porque fue a salvar durante un naufragio a su mejor amigo del barco que tenía ataques epilépticos. Al conocer su historia, Lucas decidió que quería hacer el mismo viaje que había hecho su hermano y, después de siete meses de intento, montó en el Nuevo Confurco en dirección al Gran Sol.
"El Gran Sol es lo más duro, de los peores mares que hay"
En la novela, Castor Fernández Soage es Bieito Lago Ulloa. En aquella época era el segundo patrón de pesca, sustituyendo al patrón en sus descansos. Ahora, es capitán del barco arrastrero Pepe Barreiro de Vigo, que durante dos meses capturan pescados en el Gran Sol, donde lleva faenando 20 años.
Aunque a menudo hablamos del mar de una forma idealizada, Castor explica que "el Gran Sol es lo más duro, es de los peores mares que hay" y confiesa que no le gusta nada el mar, pero que "es como una droga, una vez que te enganchas ya estás hasta la jubilación". Ana García, la mujer de Castor, cuenta que Castor pasa dos meses en el Gran Sol y regresa sólo a casa durante una semana antes de volver al mar. A pesar de ello, le agradece toda la ayuda y apoyo que le da en las tareas del hogar y en la crianza de su hija.
"Para mí Gran Sol tiene once nombres y once apellidos"
Antonio Lucas confiesa que, desde que volvió del Gran Sol hace más de un año, no hay un día que no piense en el barco y sus marineros. "Ha sido la experiencia más impresionante que he tenido. Para mí Gran Sol tiene once nombres y once apellidos", comenta.
Manuel Mariño Vilas, conocido como 'Lolo' , es el patrón de pesca del Nuevo Confurco y a sus 54 años, lleva 27 faenando en Gran Sol. Ahora mismo Lolo está faenando en Gran Sol, aunque de momento no está pescando mucho, pero es optimista: "Esto es como todo, hay días buenos y días menos buenos", sostiene.