En total, diecinueve países de América tienen el castellano como lengua principal. 420 millones de habitantes repartidos en 12 millones de kilómetros cuadrados. Si Martín Caparrós quería armar un libro con, al menos, un pedacito de todos estos lugares, para intentar entender qué los une, necesitaba un libro largo, ancho y mestizo. Uno, sin duda, difícil. Si juntamos la letra Ñ con la palabra América nos sale 'Ñamérica', el título de su libro. Un ingenio de Martín Caparrós para agrupar a todos los países americanos que hablan castellano.
"No existe en ningún otro lugar del mundo una región con veinte países que hablan un mismo idioma"
Para empezar, este término surge porque el autor quería evitar hablar de Latinoamérica, en la medida en que este incluye a Brasil y a Haití, "que son los dos extremos del continente, el país más pobre y el más poderoso". Pero, sobre todo, creó 'Ñamérica' para referirse a un fenómeno único en el mundo."No existe en ningún otro lugar del mundo una región con veinte países que hablan un mismo idioma", explica Caparrós sobre las más de 400 millones de personas que, al compartir una lengua, también tienen una historia común, una cultura similar y costumbres parecidas.
Si lo que nos une es hablar la misma lengua, y si esa lengua tiene como estandarte la letra Ñ, ¿cómo se podría combinar?
Convencionalmente a este territorio se le llama Hispanoamérica, "una palabra patética"que nunca se dice gratis. "Sólo la dices si te pagan por ello, si eres locutor en un acto oficial o viceministro de comercio, por ejemplo", bromea el autor. Por ello, recurrió una vez más al tema del idioma para crear un nuevo término unificador. "Si lo que nos une es hablar la misma lengua, y si esa lengua tiene como estandarte la letra Ñ, porque es la única que la usa, ¿cómo se podría combinar?", se preguntó Martín Caparrós.
¿Qué elementos son comunes a todos los países que hablan español?
El trabajo inicial del libro fue pensar cuáles eran todos los otros rasgos comunes que compartían los países que hablan español en América. El libro, mitad crónica y mitad ensayo, tiene capítulos donde se tratan los problemas comunes, como las migraciones, la desigualdad -esta región es considerada la más desigual del mundo-, la violencia, la religión y el fútbol.
Pretensión española que rechaza las relaciones bilaterales
"Hay algo malo cuando se habla de las relaciones entre España y América Latina", sostiene Caparrós sobre la "pretensión española de que ella es una de los dos polos de una relación que en el otro lado tiene veinte países y 400 millones de personas, es un poco confusa". Esto se sintetiza en el Premio Cervantes, que se le da un año a un español y otro año, a un escritor hispanoamericano; "un año es uno entre 45 millones, y otro año es uno entre 450 millones", critica Caparrós.
Por este motivo, "cuando empiece a haber relaciones bilaterales como corresponde, las cosas cambiarán mucho", insiste.