'La mala víctima' es la primera novela de Rosa Belmonte y Emilia Landaluce, pero su segundo libro juntas. El primero, 'Sobre nosotras. Sobre nada', estaba compuesto de una serie de memorias, reflexiones y recuerdos, "dos libros mezclados como una baraja", matiza Sergio del Molino.
En esta novela, sin embargo, Belmonte y Landaluce se han propuesto negar la mitología sobre la soledad de los escritores y se han montado "una juerga con la literatura", considera Del Molino, sobre el entendimiento que impera entre las dos amigas y que queda de manifiesto en el libro. La novela, escrita a cuatro manos, recuerda mucho a Agatha Christie y requiere "mucho afinamiento, mucha coordinación y mucha relojería interna".
Perfecto retrato del mundo de la alta burguesía
Además de los rasgos que tiene de novela negra, Sergio del Molino pone en valor el retrato del mundo aristocrático que rodea a la muerta y "que es, al final, la razón por la que uno se mete en estas novelas". En 'La mala víctima', también se retrata el mundo del periodismo de hoy y de los periódicos en papel.
"Ese mundo del periodismo y de la alta sociedad gaditana es verdaderamente atractivo y está muy bien contado", sostiene Del Molino, quien también califica al libro de muy divertido.
Influencias en literatura de crímenes
Para Belmonte, el libro demuestra la impostura propia de una "paleta de Murcia" que describe el mundo de la alta burguesía. Asimismo, confiesa que no es muy lectora de novela negra, por lo que al escribir se fija en otro tipo de literatura donde hay crímenes como la de Sophia Bennett o Elizabeth Jane Howard. Por su parte, Emilia Landaluce se deja influir por Camilleri.
"Nosotras queríamos una novela negra donde no lloviera", dice Landaluce riendo sobre las películas adaptadas de las novelas de Dolores Redondo. Por ello, escogieron Cádiz como lugar donde se desarrolla la trama.