Mikelle Biggs tenía 11 años cuando fue vista por última vez. El 2 de enero de 1999 la pequeña esperaba al camión de los helados mientras jugaba con su bicicleta. Su caso desató una oleada de solidaridad sin precedentes en Mesa, Arizona, EEUU.
Llegaron a producirse detenciones, pero ninguna de ellas dio con un culpable claro. Se llegó a sospechar de su padre y también se interrogó a una persona con antecedentes por abusos sexuales. Ninguna pista puso claridad sobre el suceso.
19 años después una casualidad ha provocado que se vuelva a investigar sobre la desaparición de Mikelle Biggs. El 14 de marzo se notificó un billete de dólar a la policía en Neenah, un pueblo a 9 millas al sureste de Appleton. Dicho billete muestra escrito el siguiente mensaje: "Mi nombre es Mikel Biggs secuestrada de Mesa. Estoy viva".
Los investigadores de Neenah nos descartan la opción de que se trate de una broma, pero según publica postcrescent.com van a rastrear la pista como se hizo con todas las demás. Las autoridades han reconocido la dificultad para saber la procedencia de ese billete.