Aparecieron los niños perdidos. Ya no tenían ni zapatos cuando los encontraron en mitad de la selva. Su ropa se había ido pudriendo tras 40 días perdidos después de que su avioneta se estrellara. Los cuatro niños colombianos que han aparecido este fin de semana han sobrevivido vagando sin rumbo y rodeados de serpientes, plantas venenosas y jaguares. El parte médico dice que tenían unos cortes, raspaduras leves y muchas, muchas picaduras.
De Soleiny, la de 9 años, dicen que habla mucho, da abrazos y quiere jugar porque se aburre en la cama del hospital. Tien, que tiene 5 años, también se aburre y ha pedido a las enfermeras libros para leer, dice su tío que quiere jugar al fútbol. De Cristin, el bebé que cumplió un añito en la selva, cuentan que es muy tranquilo. Y Lesly, que es la hermana mayor, de 13 años, la que los mantuvo a todos con vida, la que cargaba con el bebé por la selva durante todo el día, se está convirtiendo en un mito en Colombia. Es la que ha hecho posible el milagro, gracias a las enseñanzas para conocer los secretos del Amazonas que le inculcó su abuela desde muy niña.
Los niños aparecieron a 5 kilómetros del lugar en que estrelló la avioneta, después de que los comandos de búsqueda llevaran más de 2.500 kilómetros de rastreo a pie para encontrarlos. Le han contado a su abuelo que tenían miedo de que les encontraran y se escondían en los troncos cuando oían algo. Sobrevivieron en parte gracias a los kits de comida que les tiraban desde el aire y que ellos iban encontrando de vez en cuando. Lesly le ha contado a su padre que la mamá estuvo cuatro días viva después del accidente y le pidió a su hija mayor que cuidara de los hermanos.
Y cuando su país, y el mundo, se había ido olvidando de los niños perdidos, aparecieron después de 40 días, 40 bíblicos días. 40 días para un final feliz. Para la admiración al coraje de estos niños, de esta niña, porque Lesly es la mayor, pero sigue siendo una niña, que los ha mantenido a todos con vida.
¿Moraleja?
Tras 40 días perdidos en la selva, el mundo celebra que los niños vuelvan.
