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Marta García Aller: "Los activistas ya no dan la cara a cámara, se la tapan"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre cómo los activistas que participan en las protestas en favor de Palestina en Estados Unidos prefieren mantener su anonimato para huir de los riesgos que supone volverse viral en Internet hoy en día.

Marta García Aller

Madrid | 03.05.2024 07:47

Marta García Aller: "Los activistas ya no dan la cara a cámara, se la tapan"

Viendo la que se está liando con las protestas por el alto al fuego en Gaza en los campus de Estados Unidos hay algo que me llama mucho la atención. Estas acampadas de universitarios por todo el país, con barricadas, enfrentamientos con la policía en los desalojos y también entre estudiantes pro israelíes y propalestinos, son una de las protestas más visibles del planeta y, sin embargo, se está volviendo una protesta cada vez más anónima.

Es curioso esto. Muchos de los estudiantes de uno de los mayores movimientos de protesta de las últimas décadas llevan mascarillas y pañuelos palestinos en un intento por proteger su anonimato. También los contramanifestantes pro-israelíes se tapan.

Este anonimato buscado de los activistas es una de las grandes diferencias con movimientos de protesta estudiantiles anteriores, en los que los cabecillas buscaban notoriedad. Este anonimato buscado es muy distinto de los tiempos de manifestaciones contra la guerra del Vietnam de hace 50 años, pero también ha cambiado mucho desde el Occupy Wall Street de la década pasada. Los activistas ya no dan la cara a cámara, se la tapan. Antes los manifestantes publicaban muchos vídeos para hacerse virales, estos evitan compartir imágenes del campus para no ser identificados.

Algunos estudiantes justifican ir tapados diciendo que es precisamente internet lo que ha cambiado las consecuencias de las protestas. Estos activistas enfrentan riesgos que no existían antes de que hubiera cámaras y videos virales por todas partes. El anonimato de ir con la cara tapada los protege de arrestos, pero también de linchamientos y amenazas de muerte online por parte de grupos organizados. Dicen también que un simple vídeo sacado de contexto puede arruinar para siempre su futuro laboral y antes esto caía antes en el olvido.

Así que si las protestas en los campus universitarios estadounidenses son un laboratorio del activismo del futuro, veremos cada vez más manifestantes huyendo de los riesgos de internet tratando precisamente de imitar el anonimato de la red.

¿Moraleja?

Los protagonistas de las protestas más visibles del momento intentan evitar el reconocimiento.