Una de las muchas cosas que Pedro Sánchez debería hablar con Xi Jinping cuando le visite en Pekín la semana que viene, además de la paz para Ucrania, de su cercanía con Moscú, además de las tensiones en el estrecho de Taiwan y la China Meridional, de los acuerdos comerciales con la UE, de derechos humanos, claro, y de tantas tensiones económicas, militares y geopolíticas, además de todo esto, Sánchez debería hablar con el poderosísimo líder chino qué pasa con TikTok, que es la app más exitosa del mundo en este momento, también la más cuestionada.
No deja de tener su gracia que lo que esté ahora en el centro de la crisis geopolítica entre dos potencias nucleares por si supone una amenaza para la seguridad nacional e internacional sea una app de videos cortos.
La empresa es propiedad de la firma china ByteDance, y eso plantea cada vez más preocupaciones sobre la influencia del gobierno chino sobre esta app, por si es una herramienta de control internacional para espiar periodistas y políticos, como apuntan algunas investigaciones, y por su poder para difundir propaganda china en todo el mundo. Ayer, el director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, trató de negarlo en su comparecencia de más de cinco horas en el Congreso de EEUU. La oposición a TikTok está consiguiendo algo tan complicado como unir a republicanos y demócratas en Washington.
El gobierno estadounidense ya ha prohibido TikTok en dispositivos gubernamentales, varios gobiernos europeos y la propia UE, también. Pero EEUU podría ir más lejos y amenaza con una prohibición de la red social en todo el país si ByteDance no la vende. China ya ha dicho que se opone a esa venta, lo que podría agravar otra guerra comercial y tecnológica.
TikTok no solo plantea problemas geopolíticos, también de salud. Acusan a la app de no hacer lo suficiente para evitar contenidos peligrosos. Esa acusación, la de no poner suficiente empeño en proteger a los usuarios más jóvenes, también la reciben otras redes, pero ninguna es tan viral y tan adictiva como TikTok en este momento. Y ninguna otra puede ser utilizada por el Gobierno chino.
¿Moraleja?
En las tensiones geopolíticas con China, el futuro de TikTok no es ninguna pamplina.