Ahora que la coherencia en política empieza a ser ciencia ficción, porque tan pronto se defiende una cosa como la contraria, recurramos a ella, a la ciencia ficción, para entender mejor lo que nos pasa. El politólogo Víctor Lapuente propone un test interesante para saber cómo de coherente es nuestra opinión sobre la amnistía. Imaginemos las elecciones de 2035. No falta tanto para 2035, que pasado mañana es jueves ya.
Es 2035, PP y Vox suman mayoría absoluta, pero Vox exige una ley de amnistía a cambio de la investidura. Lapuente imagina que Vox tiene entonces un exdirigente huido a Bruselas y la líder del PP del futuro defiende de pronto una amnistía para el fugado por ser, eso dice, la única manera de calmar un territorio. En Castilla cientos de personas esperan juicio por haber convocado un referéndum ilegal contra la España de las autonomías.
A ver, es obvio, también en el futuro, que lo que le pasa a esa lideresa es que necesita el apoyo del fugado para salir investida, pero ella defiende la amnistía contra el criterio de los viejos líderes de su partido porque dice que es la única manera de impulsar el verdadero proyecto liberal que España necesita en 2035. Quiere pacificar España y evitar que los comunistas lleguen al poder.
En esta fábula de la España 2035 que propone Lapuente en El País ese PP habría indultado a los responsables ultras de unos altercados que hubo allá por 2023 y cambiado delitos del Código Penal a su medida para aliviar sus penas.
El test de Víctor Lapuente, en realidad, es muy sencillo. Consiste en saber si aplicaríamos el mismo criterio a una amnistía que a otra. En saber si uno está de acuerdo o no con la indulgencia del Estado para la supuesta paz social en ambos casos o si la rechazaría siempre. Si sacar adelante un proyecto político justifica los medios o si una amnistía no tiene sentido sea cual sea la ideología de los amnistiados y el Gobierno que permite formar.
¿Moraleja?
Ciencia ficción es la exigencia de un poquito de coherencia.