LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "El consentimiento del perdedor es clave para la democracia"

Marta García Aller reflexiona sobre la polarización en la política y la importancia del reconocimiento de quien pierde las elecciones al ganador.

ondacero.es

Madrid | 17.11.2023 07:56

La primera vez que Pedro Sánchez salió investido presidente, el primero en felicitarle fue Mariano Rajoy. Fue a estrechare la mano en el hemiciclo después de la moción de censura que lo sacó repentinamente del cargo. El líder del PP de entonces dijo que se iba satisfecho por haber dejado un país mejor. Y, con elegancia, a Sánchez le deseaba eso mismo, que lo hiciera bien, por el bien de España. La foto que pasó a la historia no fue la del apretón de manos, un mero formalismo, sino la del bolso de la vicepresidenta en su escaño vacío. Era junio de 2018.

Año y medio más tarde, en enero de 2020, Pedro Sánchez salió investido presidente por segunda vez y fue Pablo Casado quien lo felicitó, que era quien mandaba entonces en el PP. Aquella investidura fue por solo dos votos de ventaja y tras más de ocho meses de Gobierno en funciones y una repetición electoral. También había mucha tensión. También fueron broncos los discursos. También se estrecharon la mano.

Ayer Pedro Sánchez salió investido presidente por tercera vez. Y el líder del PP que se acercó a felicitarle fue Alberto Núñez Feijóo, el tercero en estos cinco años. El propio Feijóo ha explicado que cuando se acercó a Sánchez le dijo “esto es una equivocación”. Más que felicitar al presidente estaba dándole el pésame a España. No sabemos si también dijo ‘enhorabuena’. Pero le estrechó la mano.

Desde luego, es buena señal el gesto. Lo que no es buena señal es que acercarse a estrechar a mano del ganador en el hemiciclo, que solía ser un mero formalismo, sea cada vez más noticia. Cada vez más importante porque cada vez estamos más polarizados. Y eso sí es mala señal. El consentimiento del perdedor es clave para la democracia. Y cuanto más polarizada está una sociedad, más en riesgo está. Cuando los que piensan distinto son percibidos como un peligro para el país, la democracia se resiente. Y tan importante es felicitar la victoria como reconocer la derrota.

¿Moraleja?

Sánchez es de nuevo presidente, algunos lo felicitan a regañadientes.