En enero siempre hay excesos, rebajas y buenos propósitos. Es el mes también de estrenar agenda. Hay agendas con tonos florales y con frases motivadoras. Las hay sobrias, de Mr. Wonderful y de Mafalda.
Pero este año lo más práctico sería una agenda judicial. Apunta: 8 de enero, caso Alberto González Amador, también conocido como caso novio de Ayuso, que ahora es más bien el caso filtración. Y declaran como testigos Miguel Ángel Rodríguez y varios periodistas.
Apunta: 12 de febrero ha sido citado el presidente Sánchez a un acto de conciliación con Gómez Amador por llamarle “delincuente confeso”. Pero espera, que en enero hay mucho más.
Apunta 9 de enero: la cita es en el juzgado número 3 de Badajoz. Comparece el hermano del presidente Sánchez, y el presidente de la Diputación, por presuntos delitos de tráfico de influencias, malversación y prevaricación.
Apunta 13 de enero: se sienta en el banquillo Nacho Cano. 16 de enero, Íñigo Errejón. 22 de enero, vuelve el caso Begoña Gómez, la mujer del presidente. Comparecen dos vicerrectores de la Complutense y representantes de Google, Indra y Telefónica por el software.
Y sigue claro el caso-Koldo-casoÁbalos-caso Aldama, pendientes del móvil de Aldama y del suplicatorio para que la justicia pueda investigar al ex ministro, que sigue aforado. Y pendientes de la causa del Fiscal General del Estado imputado (ahora sabemos que cambió de teléfono justo justo una semana después de que el Supremo abriera la causa contra él por las filtraciones).
Pero, espera, dos causas más: una de un recién llegado a la política y otro de un clásico de los clásicos. El caso del eurodiputado Alvise por los indicios de que recibió 100.000 euros en metálico de un empresario para su campaña; y el caso del clan Pujol. La Fiscalía pide nueve años para Jordi Pujol. 92 años tiene el expresident de la Generalitat. Cinco años esperando solo la vista oral. Cuántas agendas lleva Pujol ya. Un recordatorio de que es probable que el resto de causas vayan para rato.
¿Moraleja?
Empezamos con la agenda judicial más concurrida de lo habitual.