Todavía hay muchas cosas que no sabemos de la tragedia tres días después. Seguimos sin saber cuánta gente sigue enterrada en el lodo porque hay zonas a las que todavía no han podido llegar los servicios de emergencias. Tampoco sabemos cuándo va a volver la luz ni a llegarles agua, comida y medicamentos a quienes siguen aislados desde que las inundaciones arrasaron con todo, da escalofríos escuchar a lo vecinos de Alfafar que te lo están contando. No sabemos cuantificar los daños ni cuánto va a tardar la reconstrucción.
No sabemos si una Dana tan extrema y devastadora podría repetirse ni dónde. Pero sí sabemos que tampoco podemos descartarlo. Y sabemos, lo estamos aprendiendo de la manera más cruel, que no estamos preparados para algo así. Pero sí que algo podremos hacer mejor. Porque también sabemos, llevan mucho tiempo advirtiéndolo los científicos, que los fenómenos climáticos van a ser cada vez más extremos y frecuentes. Y cada vez más frecuentes las sequías y también las lluvias torrenciales. Está pasando en el Mediterráneo y en más sitios en Europa.
Los expertos del IPCC llevan tiempo advirtiéndolo. Nos avisan de que tendremos un reparto de lluvia más irregular, con lluvias más violentas y concentradas en pocas horas y en pocos días. Con más capacidad de destrucción. Y sabemos también que no tenemos las infraestructuras necesarias para afrontarlo. Ni la mentalidad. No sabemos qué hacer en una emergencia de esta magnitud. Sabemos también que nos falta formación e información de cómo minimizar los riesgos cuando llegan las alertas. Y que las alertas va a haber que hacerlas antes y tomárselas más en serio.
Hay países en los que tienen identificados de forma visible sus lugares con más riesgo de inundación. También los edificios más vulnerables si llega un temporal. Para que alcaldes y vecinos tengan claro cuál es y cuál no es un lugar seguro en caso de lluvias torrenciales. Nosotros no lo sabemos. Hay muchas más cosas que no sabemos. Aún no sabemos la dimensión de la tragedia.
¿Moraleja?
Está aumentando mucho el peligro de los temporales, escuchemos a los expertos medioambientales.