LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Esto de politizar hasta a los gatos, resulta bastante insensato"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre la creciente polarización en el debate político que politiza hasta las mascotas.

Marta García Aller

Madrid | 12.09.2024 07:39

Ya sabemos que uno de los efectos de la polarización más cansinos es que lo politiza todo. Lo mismo las vacunas y las desaladoras que los late nights. Inventa trincheras en todas partes. Ya sabes: la quinoa, de izquierdas. Los chalecos acolchados, de derechas. Y así todo. Y ya tenemos la última víctima de la politización en la campaña estadounidense. ¡Los gatos! ¿Son los gatos de izquierdas o de derechas? ¿Republicanos o demócratas?

Trump repitió ayer un delirante bulo extendido en redes afirmando que los inmigrantes de Springfield, en Ohio, se comen a los gatos. Internet se ha llenado de memes riéndose de Trump por el delirio, pero también defendiéndole. Los republicanos están intentando viralizar imágenes de Trump generadas por inteligencia artificial para reivindicarle como defensor de las mascotas. Hay una en la que sale abrazando un gato en plan San Francisco de Asis. Cuesta imaginar que los gatos, el animal más desafiante del narcisismo, puedan gustarle a Trump. Para eso está la inteligencia artificial.

No es la primera vez que los gatos entran en campaña. Este verano, las declaraciones del número dos de Trump, JD Vance, criticando a las mujeres con gatos y sin hijos, las ‘cat ladys’ las llamó, movilizó un ejército viral de ‘cat ladys for Kamala’ que llenaron las redes de fotos con sus gatos contra Trump.

La sorprendente afirmación de Trump en el debate sobre gente que come gatos ha llegado acompañado de una multiplicación en redes de los bulos que vinculan inmigración y maltrato animal. Así que podría haber sido una estrategia, delirante, sí, pero estrategia, para intentar congraciar al candidato republicano con los amantes de las mascotas.

Ojo que hay encuestas. Dice el Guardian que los demócratas tienen algo más de probabilidades de tener un gato (40%) que los republicanos (35%). Y entre los estados más amantes de los gatos, según el New York Times, solo uno de ellos es un estado clave: Wisconsin. ¿Los gatos son entonces de izquierdas o de derechas? Así de ajustadas parece que están estas elecciones.

¿Moraleja?

Esto de politizar hasta a los gatos, resulta bastante insensato.