LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Europa también debe adaptarse con urgencia a este nuevo nivel de incompetencia"

Marta García Aller reflexiona sobre los mensajes filtrados por parte de la administración de Trump en la que preparaban un bombardeo a Yemen.

Marta García Aller

Madrid |

Mira que va estando alto el umbral de incredulidad en la política americana, pero la administración Trump siempre logra superarse a sí misma. Normal que Hillary Clinton haya reaccionado con un muy americano “you’ve got to be kidding me” (“estás de coña”), al descubrir el chat en Signal en el que el equipo más cercano a Trump transmitía planes de ataques aéreos ultrasecretos del ejército estadounidense en Yemen y en el que, para colmo, metieron por error a un periodista de The Atlantic que lo ha publicado todo.

El tamaño de la paradoja solo es comparable al de su chapuza. Porque, efectivamente, son los mismos. Los que están en ese chat mandándose información confidencial mezclada con emojis de puños y explosiones son los mismos que que en 2016 pedían que la candidata Clinton fuera a la cárcel por su negligencia con la información clasificada y por violar la Ley de Espionaje y no sé cuántas cosas más. Aquel escándalo de los emails seguramente le costó a Clinton las elecciones.

Ahora Trump, al descubrir la pifia monumental del chat de su equipo, le quita importancia. Dice que Waltz ha aprendido la lección. “Ha aprendido la lección”, dice, como si en vezde su consejero de Seguridad Nacional fuera un niño mimado de cuarto de Primaria. Ni disculparse le pide.

El secretario de Defensa, el secretario de Estado y el director de la CIA... Todos intercambiando información clasificada en un chat como si estuvieran organizando una fiesta de cumpleaños en vez de un bombardeo en Yemen.

Si los asesores más cercanos de Trump intercambian información tan sensible en un chat fácilmente hackeable, poniendo en riesgo a su propio ejército y sin ninguna penalización por su negligencia, en qué riesgos no pondrán a los demás.

Urge replantearse qué tipo de información clasificada se puede compartir con esta gente en el futuro. A la lista de cosas por las que la Unión Europea tiene que preocuparse, además del giro de EEUU hacia políticas antagónicas, también está la alerta por semejante amateurismo e ineptitud.

¿Moraleja?

Europa también debe adaptarse con urgencia a este nuevo nivel de incompetencia