Como cada vez que sale el informe Pisa, el que mide la evolución del nivel educativo por países, toca revisar el examen. La mala noticia es que España obtiene el peor resultado de su historia, el consuelo con el que parece conformarse a la ministra de Educación es que a los demás países les ha ido peor y como la media baja, nos acercamos a la media.
Sabemos que la generación que más caída sufre son los chavales que tenían 13 años cuando empezaron los confinamientos y pasaron media adolescencia encerrados en casa por la pandemia. Sabemos también que en España hay comunidades que lo están haciendo muy bien, como Castilla y León, Asturias y Cantabria, al nivel de Finlandia.
La Comunidad que más retrocede es Cataluña. Cae más de 30 puntos en lectura, ciencias y matemáticas. Una caída de este tipo, en una de las comunidades más ricas, merecería un análisis profundo. Pero como los malos alumnos que al suspender buscan antes a quién culpar que cómo aprender, la Generalitat ha encontrado rápidamente un culpable. Y no es su gestión, claro.
La Generalitat achaca el retroceso educativo a la inmigración. Además de xenófobo, suena poco riguroso. Su vecina la Comunidad Valenciana, por ejemplo, tiene niveles similares de inmigrantes, también lengua propia, y no ha tenido esa caída. Es más fácil estigmatizar al que viene de fuera, que reconocer que faltan recursos y apoyo a alumnos y docentes o que fallan los cambios curriculares.
Tampoco la pandemia es la culpable de todo lo que ha ido mal. Otra tentación en la búsqueda apresurada de culpables es achacar la caída del nivel de educación de la última década a los móviles. Y más tentador todavía es pensar que prohibiéndolos se soluciona. Según el informe, en España ya están prohibidos en 67% de los centros, el doble que la media de la OCDE. Pero en España hay más interrupciones en clase por los móviles. Habrá entonces que hacer una reflexión más seria.
¿Moraleja?
En vez de culpables o consuelo de tanto retroceso educativo, mejor sería buscar soluciones e identificar bien los motivos.