Se nos acumulan las democracias en peligro y debates espinosos sobre censuras y libertad de expresión con Elon Musk de por medio. Mira lo que pasa en Bucarest y en Estambul. De repente, Rumanía es el escenario de una guerra híbrida global sobre la libertad de expresión en redes. Y van a repetir en mayo las elecciones por la interferencia rusa. El Tribunal Constitucional rumano considera que Rusia había aupado de forma irregular al candidato ultraderechista que ya no se podrá presentar.
Entre tanto, en Turquía, un tribunal ha dictado este domingo prisión provisional para el alcalde de Estambul, líder de la oposición a Erdogán. Han detenido a Imamoglu en una redada policial, acusado de corrupción con indicios dudosos, provocando la mayor ola de protestas en Turquía de la última década. Unas 800 personas han sido detenidas en los últimos cuatro días, y tanto la oposición como organizaciones de derechos humanos denuncian una manera de apartar al alcalde de la carrera por la presidencia ahora que adelantaba en las encuestas al presidente turco Erdogan.
Y dirás, qué pinta Elon Musk en todo esto. Pues el dueño de Twitter ha acusado de censura a Rumanía por detener la injerencia rusa en redes, que estaba impulsando la candidatura del ultraderechista pro Putin. También el vicepresidente JD Vance ha acusado a la Unión Europea de censura por esa moderación de contenido para contener la injerencia rusa.
¿Y, mientras, qué hace X en Turquía? La X de Musk, el antiguo Twitter, ha censurado las cuentas de la oposición de Erdogán. Cuenta Político que ha suspendido cientos de cuentas de activistas universitarios que básicamente compartían información sobre protestas a favor del líderde la oposición. Algunas solo están suspendidas en Turquía pero se pueden ver desde el resto del mundo, para que se note menos, supongo.
Así que mientras Musk acusa a Rumanía de censura por frenar la amenaza rusa, en Turquía suspende cuentas contra Erdogan. A ver si no va a ser un activista de la libertad de expresión sino solo de sus intereses.
¿Moraleja?
Habrá que seguir con mucho interés lo que pasa en Estambul y en Bucarest
