LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Hacer visible el cáncer ayuda a entenderlo y, lo más importante, a prevenirlo"

Marta García Aller reflexiona sobre la noticia de que el rey Carlos III de Inglaterra tiene cáncer, algo que se ha recibido como una muestra de transparencia y opacidad a la vez.

Marta García Aller

Madrid | 07.02.2024 07:49

La reina Isabel II decía "Hay que verme para creerme", era su manera de reivindicar la importancia que para la monarquía tiene su visibilidad. Su espectáculo ceremonial es buena parte de su razón de ser. Pero ahora que los médicos han recomendado al rey Carlos III que evite por completo la exposición pública desde que le han detectado un cáncer, lo que va a quedar expuesto es su ausencia. También su enfermedad.

Cuando el Palacio de Buckingham anunció el lunes que al rey Carlos III le habían diagnosticado cáncer y que suspendería sus compromisos públicos para someterse a tratamiento, la noticia se interpretó a la vez como una muestra de opacidad y transparencia. Transparencia porque era mucho más explícito que aquellos partes que se daban a conocer cuando su madre Isabel II enfermó y todo lo que se decía era que tenía “problemas de movilidad”. Opacidad porque no han dicho qué tipo de cáncer es.

Pero para el rey Carlos no ha habido eufemismos. Tiene cáncer. Eso ha dicho el Palacio de Buckingham. Y pacientes de cáncer y asociaciones médicas llevan mucho tiempo reivindicando que al cáncer se lo llame cáncer. Nada de larga y penosa enfermedad, ni sinónimo de lacra, nada de tabú. Llamar al cáncer por su nombre, con precisión, ayuda a vencer el estigma social.

Esa transparencia de llamar cáncer al cáncer ha sido aplaudida. Pero como el comunicado real no ha dicho de qué tipo ni han sido claros en el pronóstico en seguida la transparencia se ha vuelto opacidad. Una opacidad que alimenta las especulaciones y la incertidumbre. También reabre el debate del derecho a la privacidad de un monarca sobre su salud.

En enero, solo un día después de que se anunciara que al rey Carlos III se iba a someter a una operación de próstata, antes de que se le detectara el cáncer, se multiplicó por 10 el número de gente buscaba información sobre el tema. Hacer visible el cáncer ayuda a entenderlo y, lo más importante, a prevenirlo. Hay que verlo para creerlo.

¿Moraleja?

Mejor ser transparente, que alimentar las especulaciones de la gente.