LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Hay mucha estupefacción entre los eurodiputados de otros países ante lo visceral de la trifulca"

Marta García Aller reflexiona sobre la bronca que protagonizaron los eurodiputados españoles en el Parlamento Europeo en la cual discutían sobre el bloqueo del CGPJ o la ley del 'sólo sí es sí', entre otros asuntos de debate nacional.

Marta García Aller

Madrid | 19.01.2023 07:33

España a la Unión Europea exporta sobre todo frutas, aceite, vino, componentes de automóvil y, ahora también, bronca política. Bronca política 100% española. Si la Supercopa la podemos llevar a Arabia Saudí por qué no vamos a poder llevar los trapos sucios del debate político nacional al Parlamento Europeo en una gira de la crispación.

Los eurodiputados españoles de todos los partidos estuvieron ayer echándose a la cabeza en el Parlamento Europeo, delante del comisario Didier Reyners, el bloqueo del CGPJ, la ley del solo Sí es Sí, y hasta los pormenores de la política castellanoyleonesa.

Parecían esos turistas poco acostumbrados a viajar que cuando están fuera no paran de hablar de España todo el rato, solo que en este caso, hablaban mal. Y, además, de forma muy agresiva, como si estuvieran en el salón de casa o en el Congreso de los Diputados. Si hasta tuvieron que llamar la atención a sus ‘euroseñorías’ para que se gritaran un poco más despacio que no le daba tiempo a los traductores a seguir el ritmo.

Cuenta Nacho Alarcón desde Bruselas que hay mucha estupefacción entre los eurodiputados de otros países ante lo visceral y, sobre todo, lo local de la trifulca. Vergüenza ajena es también una expresión muy usada en las crónicas de los corresponsales.

Los pormenores del los debates nacionales no suelen filtrarse al debate europeo. Tiene más sentido que sea el debate europeo el que se filtre en el debate nacional. Y eso también sucedió ayer. El comisario de Justicia Didier Reyners advirtió que la Comisión Europea está estudiando la compatibilidad de la reforma de la malversación con el derecho de la Unión. Parece que eso de bajar las penas a los que roben dinero público no casa muy bien, claro, con el paquete de medidas anticorrupción que ultima la Comisión.

Bruselas quiere castigar con más dureza al que robe dinero público para otros fines que no sean los previstos, haya o no haya lucro personal, así que va a estudiar si la rebaja de penas podría poner en riesgo los fondos comunitarios de Next Generation.

¿Moraleja?

Eso de que modificar la malversación era homologarse con la Unión Europea, no parece ni que en Bruselas se lo crean.