LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "No hay muchos datos como los del paro que revelen el absurdo de las trincheras políticas"

Marta García Aller reflexiona sobre los buenos datos del paro en España, una cifra que, sin embargo, no queda al margen de la polarización política.

Marta García Aller

Madrid |

Ya tendremos motivos para preocuparnos en 2024, pero es de celebrar que empecemos el año sabiendo que España ha creado más de medio millón de empleos en 2023. El paro más bajo en 16 años. Aunque falten por saberse cuántos son los fijos discontinuos inactivos que el Gobierno sigue sin desglosar.

No hay muchos datos como los del paro que, con los niveles de polarización que tenemos, además, puedan poner de acuerdo a PSOE y PP. O, al menos, a parte de ellos. Cómo no va a ser un éxito conjunto si un partido gobierna a nivel nacional y el otro en 12 autonomías, es decir, en el 70% de la población a nivel regional.

Por eso no deja de tener su gracia que el mismo día que salen estos datos del paro haya voces en la oposición que cuestionen la validez de los datos y acusen al Gobierno de maquillarlos. Y las haya también, dentro del mismo partido, que celebren que el paro baja más que nunca. La primera, claro, es la voz del PP a nivel nacional. La segunda, la optimista, son los barones regionales.

Cómo no va a celebrar el presidente de Andalucía que su región lidere la reducción del paro en España. Y cómo no va a celebrar la presidenta de Madrid que la región lidere la creación de puestos de trabajo en España en 2023.

Mientras desde Génova critican el triunfalismo de los datos del Gobierno, Juanma Moreno y Díaz Ayuso celebran los datos históricos. Ven la prueba evidente de que su modelo funciona. Ni rastro de maquillaje en el éxito. Los barones se atribuyen todo el mérito que es, a su vez, lo mismo hace la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Todos ven únicamente razones para felicitarse a sí mismos, a su propio Gobierno.

No hay muchos datos como los del paro que revelen el absurdo de las trincheras políticas en este país en la incapacidad de reconocer hasta los logros conjuntos.

¿Moraleja?

Atribuirse todas las medallas es tan absurdo como convertir las buenas noticias en batallas.