LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Pasamos del orden global al desorden de la guerra comercial"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre la guerra de aranceles con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Marta García Aller

Madrid |

Este fin de semana ha empezado una guerra. No una cualquiera. La guerra comercial más tonta de la historia la llama el Wall Street Journal. Devastadora, advierte el Financial Times. Devastadora y absurda, dice. Absurda por la cantidad de daño autoinfligido que puede crear en la economía norteamericana.

El presidente Trump, haciendo subir los precios y absurdo por el peligroso efecto dominó en la economía mundial que contiene la respiración, confiando en que el shock sea temporal. Trump llegó a la Casa Blanca prometiendo bajar el precio de los alimentos y con las medidas anunciadas este fin de semana parece que va a conseguir justo lo contrario.

El sábado, Trump anunció aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México y del 10% a China. No es una medida más, es una que cambia el comercio global. Empieza un nuevo orden mundial, un desorden más bien de la globalización a la autarquía, una nueva era de guerras comerciales entre la mayor potencia mundial y sus principales socios comerciales.

El mensaje es claro, si Estados Unidos es capaz de hacer esto con México y Canadá, vecinos y aliados, ¿qué no hará con los demás? La Unión Europea parece que es la siguiente. Trump dice que con estos aranceles va a frenar la inmigración ilegal y el fentanilo. Aunque sepamos, ninguna de estas actividades paga aranceles en las fronteras, los aranceles los van a pagar los ciudadanos estadounidenses si quieren comprar productos de México, Canadá o China.

También las empresas y los trabajadores. A ver cuánto pagan ahora los fabricantes de automóviles estadounidenses por las piezas que les vienen de México y los restaurantes por el guacamole. Afectará también al precio de los ordenadores y al de las verduras? Del tequila a la cerveza y a los videojuegos. La madera y la gasolina.

Los aranceles ponen patas arriba la cadena de suministro de Norteamérica, que llevaba 30 años funcionando. Más aranceles equivale a menos comercio y precios más altos. A ver qué pasa cuando abran las bolsas. Los mercados asiáticos de momento, anticipan un batacazo. ¿Por qué? Por la guerra comercial más tonta de la historia.

¿Moraleja?

Pasamos del orden global al desorden de la guerra comercial.