LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Al problema de la sequía, hay que sumarle el de la miopía"

Marta García Aller reflexiona sobre la falta de previsión por parte de las administraciones para hacer frente a los periodos de sequía.

Marta García Aller

Madrid | 02.02.2024 07:38

El verano pasado pusieron en marcha un curioso concurso en Gotland, la isla más grande de Suecia. Los vecinos competían por quién tenía el césped más feo.Ganaba el que estuviera más seco. El jurado premió a un vecino por "un césped realmente pésimo" y su "gran cuidado de nuestras aguas subterráneas comunes". Con humor le agradecían su "pereza meritoria". Se trataba de ir concienciando a la gente de reducir su consumo de agua en tiempos de sequía. ¡En Suecia!

En Gotland no sé, pero en España lo de la sequía no es nuevo. Tampoco es nueva la falta de previsión. Cataluña acaba de decretar la emergencia ante la peor sequía, la peor desde que hay registros, pero la sequía no es solo un fenómeno natural. La lluvia no depende de las administraciones, es verdad. Pero las inversiones en infraestructuras y en concienciar a la población, sí. Y antes de apretar el botón rojo de la emergencia había muchas cosas que se podían haber hecho para prevenir, en vez de confiar en que la solución cayera del cielo.

El Govern de la Generalitat, tanto este como las anteriores, podía haber dado más recursos en los últimos años a los municipios que ahora tiene que cortar el agua a sus vecinos para la reparación de fugas y el mantenimiento de canalizaciones. Podría haber puesto en funcionamiento más plantas regeneradoras y desalinizadoras.

De hecho, después de la grave sequía que sufrió hace 15 años se proyectaron infraestructuras para futuras sequías. Se proyectaron pero desalinizadoras que no se hicieron, ¿por qué? Porque después de aquella sequía llovió. Siempre llueve después de cada sequía. Pero eso no arregla el problema. Porque después de las lluvias siempre llega otra sequía. Las sequías se están volviendo más frecuentes y severas. Vamos a vivir en un país más cálido y con mucha menos agua de la que teníamos. Eso significa que va a hacer falta cambiar muchas, muchas cosas. Y no se arregla solo ni mirando al cielo ni con jardines más feos.

¿Moraleja?

Al problema de la sequía, hay que sumarle el de la miopía.