LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Que la amnistía sea innombrable deja claro que no le parece loable"

Marta García Aller reflexiona sobre el reparo de Pedro Sánchez a hablar de la amnistía, cuando es, en realidad, el único requisito que pide Puigdemont para su investidura.

Marta García Aller

Madrid | 04.10.2023 07:47

El presidente Sánchez empieza hoy la ronda de consultas para su investidura sin haber pronunciado la palabra ‘amnistía’, que es, en realidad, lo que le separa de lograrla. No es una anécdota sin más. Convertir la amnistía en algo innombrable es, de hecho, la mayor crítica que se ha hecho públicamente desde el Gobierno a esta medida de gracia que pide Puigdemont a cambio de los votos de Junts. Lo más parecido a un escrúpulo del que queda constancia es tratar la amnistía como si fuera una palabrota.

No hace falta esperar a que se pronuncie el Constitucional, podemos antes ir a la RAE. Algo innombrable es por definición lo que evoca algo negativo, por no ser conveniente. La última vez que Sánchez pronunció en público la palabra amnistía fue para declararse en contra. Cuando se oponía a ella, cuando la veía fuera de la Constitución, no tenía reparos en nombrarla. Es desde que está a favor, suponemos, que ya no se atreve a decirla en alto. ¿Evoca ese cambio de postura algo negativo? ¿Acaso no es conveniente para España o es su partido lo que protege? Ya es su turno de negociar, sigue sin explicarlo.

Sánchez presumía ayer de que no se puede gobernar este país sin entender su pluralidad política y su diversidad territorial, pero se ve que sí puede gobernar sin hablarnos claro. Negarse a explicar qué está negociando, cuando es algo de tanto calado como una amnistía, es más turbio que discreto.

Al preguntarle los periodistas por la amnistía, aludía a las cinco semanas que ocupó a Feijóo su investidura fallida. Va a tenerse que ir buscando una excusa mejor para cambiar de tema, porque las negociaciones van más para largo de lo que se creía.

Sánchez puede seguir hablando mientras negocia de generosidad, convivencia y respeto a la Constitución para eludir hablar de amnistía. Pero por muchas veces que diga concordia, el agujero de dudas que deja su reparo a decir amnistía da una idea de lo difícil que está siendo para su partido digerirla.

¿Moraleja?

Que la amnistía siga siendo innombrable deja claro que no le parece loable.