Ya tenemos el pacto entre el PSOE y Junts. El acuerdo para la investidura de Sánchez. Y, cuanto más lo leo, menos lo entiendo. Menos entiendo algunas de las cosas que escucho sobre el pacto. Debemos estar leyendo cosas distintas.
Si no, no entiendo que se esté celebrando por parte de los socialistas como un triunfo por el supuesto fin del procés. Después de leer un texto que básicamente da la razón a las tesis independentistas, en el que no se menciona los hechos delictivos del 1-O condenados por el Supremo, se critica la actuación policial el día del referéndum ilegal y se responsabiliza de todo al Gobierno de España durante el 1-O ¡y a los jueces!; un texto en el que Junts deja clarito que no renuncia a la legitimidad del referéndum del 1-O, y el PSOE acepta que haya hasta un mediador internacional. O sea, después de que los líderes del procés hayan conseguido que a cambio de sus votos el PSOE ceda en casi todo, de verdad que no entiendo por más vueltas que le doy que esto pueda leerse como el fin del procés cuando en realidad es su consagración. ¡Si hasta reclaman por escrito un referéndum de autodeterminación…!
Por no entender no entiendo ni por qué se llama acuerdo. En el mismo texto Junts propone referéndum y PSOE aboga por el Estatut. Junts considera legítimo el referéndum del 1-O y el PSOE lo niega. El PSOE ve una renuncia implícita a la unilateralidad, pero Junts no. El PSOE dice que esto es un acuerdo para toda la legislatura y Junts dice que ya si eso vamos viendo. Total, que en lo único que se han puesto de acuerdo es en cambiar la amnistía por investidura. El PSOE consigue los votos, Junts, todo lo demás.
Si realmente fuera algo que celebrar, un día grande para el PSOE y no uno del que avergonzarse, por qué la firma del acuerdo se hizo sin fotógrafos, ni televisión, ni apretón de manos. Por qué a Sánchez no se le vio en todo el día y no dijo ni mu. A Puigdemont sí se le vio. Vaya si se le vio. Qué hay más gratificante que conseguir que te den la razón.
¿Moraleja?
El PSOE se ha tragado tantos sapos para la investidura, que recordará este acuerdo con amargura.