LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Lo que más miedo da de Putin y Kim-Jong-Un es que tengan armas nucleares para un chimpún"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre el viaje de Vladimir Putin a Corea del Norte en busca de más apoyo militar.

Marta García Aller

Madrid | 19.06.2024 07:37

Más que una cumbre, parece una distopía entre una comedia a lo Austin Powers y una película de terror. Lo parodiable que a veces resulta el mal no lo hace menos temible, pero sí más entretenido. Lo digo por la cumbre internacional más inquietante de los últimos tiempos. Y anda que no vivimos tiempos inquietantes. Digo la visita de Vladimir Putin en Pyongyang para ver a Kim-Jong-Un. Dictadores S.A.

Es la primera visita de Putin al norcoreano desde el año 2000, cuando el ruso todavía iba de joven líder comprometido con la transición democrática. Kim-Jong-Un, sin embargo, nunca ha tenido que molestarse en que le voten. Es la ventaja de las dictaduras hereditarias, que llegas a mesa puesta.

No es casualidad que la reunión de archienemigos de occidente entre Putin y Kim-Jong-Un se produzca ahora. La cooperación entre ambos países, con armas nucleares, se ha disparado desde la invasión rusa de Ucrania. Putin va de compras a Pyongyang en busca de más apoyo militar. Y en Corea del Norte necesitan qué comer. Armas a cambio de ayuda alimentaria.

El norcoreano ha recibido a Putin con alfombra roja y abrazo incluido. La agenda de hoy incluye un concierto de gala, una recepción militar, muchos guardias de honor, culto a los dos líderes con fotos gigantes y una declaración a los periodistas a los que todavía no han expulsado, encarcelado o asesinado.

La del ruso y el norcoreano no es una relación bilateral; el hermano mayor está observándoles desde Pekín. Y pese a los esfuerzos de Putin porque parezca que Corea del Norte, Rusia y China pertenecen a un mismo bloque, Pekín marca distancias. Xi Jinping no es uno más de esta triada del mal. Quiere ser el líder mundial. De hecho, Putin quería hacer este viaje a Pyongyang justo después de su visita a Pekín el mes pasado, y cuenta The Economist que China sugirió a Putin que debería esperar un poco más entre visita y visita. Más que un eje del mal bien engrasado, es un confuso trío. Eso no les hace menos temibles.

¿Moraleja?

Lo que más miedo da de Putin y Kim-Jong-Un es que tengan armas nucleares para un chimpún.