LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Lo que a Puigdemont le parece un ultraje es que sea otro el que hace el chantaje"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre que a Puigdemont le parece un escándalo que Sánchez trate de chantajear a ERC con la financiación de Cataluña para conseguir su apoyo en la investidura de Illa.

Marta García Aller

Madrid | 18.06.2024 07:43

Alguien debería avisar a Puigdemont de que de todos los delitos que la ley de amnistía prevé perdonarle, no está previsto el de la incoherencia. Al menos, no todavía. Porque tiene delito que ande Puigdemont, precisamente Puigdemont, quejándose de que se utilice el chantaje para lograr una investidura.

Vista la frustración de los fiscales del procés para perseguir los delitos del ex president, siempre podemos llevarlo al tribunal de la retórica. Porque va por ahí tuiteando impunemente que le parece un escándalo que Sánchez chantajee a ERC con la financiación de Cataluña para poder investir a Illa. Escándalo y chantaje son las palabras que ha utilizado. Escándalo, chantaje e investidura.

A Puigdemont, que solo le faltó pedir durante las negociaciones para la investidura, la de Sánchez, junto al mediador y la amnistía, unas pizzas y un helicóptero en la azotea, dice ahora que esto de que el PSOE le ofrezca una financiación singular a Cataluña a cambio de la investidura de Illa es un “chantaje”.

Reconoce al vuelo el chantaje, claro. No sé si Puigdemont ve la ironía, porque el nacionalismo puede ser muy cegador. Sería una pena. Porque tiene su gracia, cómo no va a tenerla, que el ex president fugado, el que exigía a Sánchez desde Bruselas que le exonerasen de todos los delitos y le dieran la razón a lo que intentó el 1-O, el mismo que exigió un negociador internacional, la amnistía y ya puestos el referéndum, a cambio de investir a Sánchez presidente, diga ahora que es un escándalo que Sánchez ofrezca una financiación singular para Cataluña “no porque sea justo”, sino porque el PSOE “necesita hacerse con el gobierno en Cataluña al precio que sea”.

Y, lo mejor, porque ahora viene lo mejor, es que Puigdemont amenaza con retirar el apoyo al Gobierno de Sánchez para la negociación de los Presupuestos si no le apoya su investidura. El chantajista que se siente chantajeado chantajea al chantajista al que ya chantajeó.

¿Moraleja?

Lo que a Puigdemont le parece un ultraje es que sea otro el que hace el chantaje.