LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Que solo interese la evacuación de occidentales en Sudán es un indicio de la indiferencia global"

Marta García Aller reflexiona sobre la evacuación de diplomáticos y ciudadanos occidentales de Sudán debido a la espiral de violencia en el país.

Marta García Aller

Madrid | 24.04.2023 07:51

Hay guerras de las que sabemos tan poco que lo más importante que contamos de ellas es que ya no quedan españoles dentro. Si la cosa va a más añadimos interés en el paradero del resto de occidentales, que siempre muestra una mayor sensibilidad cosmopolita. Evacuados al filo de la medianoche los occidentales en Sudán, evacuado el escaso interés en este conflicto. Ah, ¿pero hay una guerra en Sudán?

Hace 10 días que el país de 45 millones de habitantes entró en un conflicto civil. Y como la cosa pinta cada vez peor, España ha evacuado este fin de semana a los españoles residentes en Sudán en un avión del ejército en el que también iban otros ciudadanos europeos y latinoamericanos. Todo ha transcurrido sin incidentes, dice hoy la prensa. En realidad, todo menos la evacuación es un gigantesco incidente en Jartum.

No solo los extranjeros huyen de Sudán, también los sudaneses que pueden. Han aprovechado este fin de semana un fugaz alto al fuego entre el ejército sudanés y el grupo paramilitar. Según la OMS, van 400 muertos y miles de heridos. En Jartum, muchas casas no tienen electricidad, ni agua. Y ya no está claro quién tiene el control del país que hasta hace no mucho albergaba la esperanzas de estar construyendo una democracia.

Los bandos son dos generales enfrentados por el poder que han ido encadenando golpes de estado. Pero, en realidad, hay más países metidos en el conflicto. Entre ellos, Rusia. Los mercenarios del Grupo Wagner, una especie de ejército privado de Putin, lleva tiempo en Sudán. A Rusia le interesan las minas de oro y que sus buques de guerra puedan atracar en la costa sudanesa del Mar Rojo. En Sudán también andan metidos los Emiratos Árabes. Y aquellos que buscan controlar las principales rutas de tráfico de drogas y de personas.

Así que ahora todo es caos en Sudán, un escenario de pesadilla, dicen los analistas, ahora que tantos millones de civiles están pagando el precio de una lucha por el poder, ahora que estamos en medio del colapso de un país que se atrevió a intentar convertirse en democracia, a lo mejor podemos hablar de algo más que de cuántos españoles han escapado de allí.

¿Moraleja?

Que solo interese la evacuación de occidentales en Sudán es un indicio de la indiferencia global.