LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Tener al presidente hasta en la sopa, veremos si a sus candidatos perjudica o arropa"

Marta García Aller reflexiona sobre la eterna campaña electoral de las elecciones autonómicas y municipales que todavía no ha comenzado.

Marta García Aller

Madrid | 11.05.2023 07:35

Qué larga se nos está haciendo la campaña electoral que está a punto de empezar. Oficialmente empieza esta medianoche. Con Feijóo en Badajoz, Belarra en Valencia y Pedro Sánchez… en Washington. No habrá pegada de carteles en la Casa Blanca, pero sí un posado con Biden que le pondrá al presidente todos los focos, otra vez, para desesperación de la oposición y de todos los candidatos socialistas que esperaban distanciarse de Sánchez en esta campaña electoral.

Campaña que, por cierto, aunque no lo parezca, es de unas elecciones autonómicas y municipales. Moncloa ha puesto tanto empeño en protagonizar la campaña con nuevas medidas a nivel nacional que es fácil olvidarlo. Han salido tantos anuncios de boca del presidente últimamente en los mítines que ha ido dando por España, tantas propuestas de última hora aprobadas en el Consejo de Ministros, algunos de urgencia como el de hoy para la sequía, que no le estamos haciendo ni caso a los candidatos ni a los asuntos locales y regionales. Y por más que el presidente anuncie lo del Interrail en una visita a Murcia o los créditos ICO en Tenerife, eso no desmadrileñiza la campaña.

Más que Sánchez viajando por España para apoyar a candidatos regionales, parece que los tenga de teloneros para una gira personal. Y si es difícil escapar del protagonismo de Sánchez a nivel nacional más aún del internacional. Tiene su gracia que el inicio de la campaña electoral de las autonómicas y municipales vaya a ser con todos los ojos puestos en Washington.

Y va a ser difícil de comprobar si el encuentro de Sánchez con Biden de mañana moverá algún voto en Albacete o en Castellón, como no sabemos si lo del interrail ha calado en Extremadura. Parece improbable. Pero contribuirá seguro a que el foco siga sin estar en los asuntos autonómicos y municipales. También le ayudará al Gobierno a que se hable un poco manos de Bildu, que es el tema más incómodo del momento para el PSOE. De pronto, ahí ya no conviene un debate nacional. Ahí sí toca recordar que son elecciones municipales. Después de tanto usar el Consejo de Ministros a discreción en plena campaña, queda raro.

¿Moraleja?

Tener al presidente hasta en la sopa, veremos si a sus candidatos perjudica o arropa.