LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "A ver si todos esos que a Trump son tan fieles, le aplauden cuando nos ponga aranceles"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre los aranceles que podría poner Trump a los productos españoles.

Marta García Aller

Madrid |

La ventaja de Trump, de su esperpéntica forma de hacer política, es que pone un espejo cóncavo gigante a disposición de todo el que quiera medir en él sus contradicciones. Sirve lo mismo para admiradores que para detractores.

Los detractores que ven en él una forma deleznable de hacer política, por ejemplo, los convencidos de que Trump es lo peor, podrían darle una vuelta a qué sentido tiene que un presidente antitrumpista ande demonizando medios cuando le critican o declarándose víctima de una persecución judicial cuando juzgan a su entorno o, ya puestos, amnistiando a quienes intentaron saltarse la Constitución. Si es un escándalo que el presidente de Estados Unidos reparta indultos entre sediciosos por interés político, y desde luego que lo es, cuidado con el reflejo de ese espejo trumpista.

Pero de todos los reflejos contradictorios que ilumina ese foco gigante de atención que es Trump, mis favoritos son los de sus admiradores. A ver cuánto le dura a Santiago Abascal el entusiasmo con el que apoya todas las políticas de Trump, hasta las que perjudicarían a España, como los aranceles a los productos europeos. Como Trump empiece a ponerle puertas arancelarias al campo español y el trumpismo arruine a nuestros agricultores, ¿aplaudirá Vox?

Y es probable que si Trump pone aranceles a los productos españoles, ya lo hizo en su primer mandato, Vox le eche la culpa a Sánchez. Como si Trump supiera quién es. Como si supiera dónde está España o le importaran cuáles son Brics para construir el muro, como en la mítica canción de Pink Floyd.

Hacerle la pelota a Trump tiene muchas ventajas. Seguro que todos esos líderes de la extrema derecha europea que han ido a Washington a aplaudir su America First sueñan con lograr un empuje electoral cuando toque. Abascal de momento logró invitación a la investidura, pero no obtuvo una foto con el emperador y tuvo que publicar una vieja. Tendrá que aplaudirle más fuerte.

¿Moraleja?

A ver si todos esos que a Trump son tan fieles, le aplauden cuando nos ponga aranceles.