Andábamos todos muy pendientes de cómo la crisis francesa puede afectar a la Unión Europea y a España, porque tener en una crisis en la segunda economía del euro es peligrosa para todos, cuando llega un nuevo peligro para Europa. Atención a Rumanía.
El domingo vota Rumanía. Y ojo porque puede ganar un candidato pro-Putin. Y a ver qué hacemos con un saboteador pro-Kremlin dentro de la UE y de la OTAN, otro. En un país que está extendiendo su base aérea para convertirla en la más grande de Europa, que limita con Ucrania y tiene bases militares estadounidenses. Quiere acabar con la ayuda a Ucrania y pide "sabiduría rusa" para la política exterior. Se llama Călin Georgescu.
Con tanto susto internacional no damos abasto a aprendernos tantos nombres nuevos en una semana. Y a olvidarlos. Del nombre de Barnier, el primer ministro de Francia, ya nos podemos olvidar. El nuevo primer ministro francés no sabemos aún quién será ni lo que durará. Con otro nombre, el del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, no sabemos qué pasará después de su fallida ley marcial. Y si el domingo gana en Rumanía Georgescu, el candidato pro Putin, me temo que vamos a tener que aprendernos su nombre porque cambiarán muchas cosas.
Anoche miles de manifestantes llenaron Bucarest para mostrar su apoyo a los valores europeos y a la democracia. La ven en peligro si gana este aislacionista radical de extrema derecha. No tiene partido, no participó en los debates televisivos y, de la nada, ganó la primera vuelta. ¿Cómo puede un candidato desconocido pasar a ser el favorito? La inteligencia rumana ha detectado influencers pagados por el Kremlin. Estados Unidos sospecha de una operación rusa para impulsar la campaña de Georgescu. Y desestabilizar el país y el continente. La Comisión Europea ya le ha pedido a TikTok que guarde todos los datos porque también sospecha que su algoritmo chino alimenta la repentina popularidad del ultranacionalista escéptico con la UE y con la OTAN. Qué momento tan crítico para la seguridad europea.
¿Moraleja?
Aún no ha terminado la semana, todavía puede liarse más con las elecciones rumanas