Buenos días, Carlos,
De todas las interpretaciones de por qué ha elegido el presidente Sánchez escenificar la apertura del curso en los jardines de Moncloa, rodeado de ciudadanos anónimos, creo que podemos descartar que lo suyo se trate de un proceso de escucha.
En eso puede estar tranquila la vicepresidenta Yolanda Díaz. Aunque el presidente Sánchez le copie lo de “la política útil” y repita el estribillo de ‘la gente’, aunque ahora quiera acercarse a la calle, (una calle ‘take away’, con servicio a domicilio), no se preocupe, vicepresidenta. Lo del proceso de escucha, a Sánchez, nunca le ha interesado. Se reunió en Moncloa con la gente y prácticamente solo habló él. 45 minutos de discurso que ya llevaba escritas las réplicas antes de que las únicas cinco personas que intervinieron brevemente, los figurantes con frase, expusieran sus peticiones.
Y ahí anunció que el Consejo de Ministros aprueba hoy que las trabajadoras del hogar puedan cobrar desempleo justo después de que se lo pidiera una de ellas, Almudena, de Tomelloso. Muy espontáneo no quedó, es verdad, aunque seguramente eso le importe poco al cerca de medio millón de mujeres que en España trabajan como empleadas domésticas y que tendrán ahora un derecho básico que hasta ahora no tenían.
En junio la ministra Yolanda Díaz ya anunció que su ministerio ultimaba esta normativa y tenía previsto presentarla en septiembre, así que sorpresa no era. Pero al final no ha sido la ministra de Trabajo, sino el presidente, el que ha hecho el anuncio de la medida. Y se lo ha contado él, en primicia, a Almudena, o sea, a la gente. La política útil, Yolanda, ahora es cosa de Pedro.
En definitiva, la puesta en escenano parece que vaya a servir para darle un vuelco a las encuestas o eclipsar a la vicepresidenta, pero las malas lenguas dicen que no es eso lo único que pretende Sánchez con tanto interés en la calle. Las malas lenguas dicen que tanto interés en la calle es porque el documental que le están grabando en Moncloa necesita más exteriores.
¿Moraleja?
Aunque las encuestas vayan mal, hay que preservar la fotogenia presidencial.
