No fue un nanosegundo en el metaverso, como dijo Tamara. Fueron cerca de diez horas de reunión lo que tardaron en decidir en JxCat cómo responder a Pere Aragonés por haber destituido a su vicepresidente Puigneró.
Para ser los que reivindicaban el derecho a decidir, tiene su gracia que lo que hayan decidido es no decidirse. La decisión de Junts es que ya si eso decida la militancia la próxima semana si rompen o no el Govern. No hacía falta tantas horas de reunión para lavarse las manos así.
Romper o no por votación es un sistema muy cobarde de decidir si irse o si quedarse, lo mismo en el amor que en la política. Es como pedirle a los amigos que decidan ellos qué tiene que hacer uno con su compromiso si descubre una traición. Ni siquiera a Tamara, que también tiene su propia militancia, mucha, y es la protagonista de la ruptura de la que más se habla España, se le habría ocurrido algo así.
En Junts se sienten traicionados, víctimas de una injusticia ha dicho Borrás, pero tan mal no se estará dentro del Govern que, tras las amenazas, evita romper de manera inmediata con Esquerra.Más que un ultimátum, le ha dado un penultimátum.
Someter a votación la ruptura la semana que viene le evita a la cúpula del partido de Puigdemont responsabilizarse de las consecuencias de perder el Gobierno, entre ellas renunciar a 250 cargos y 20 millones en sueldos. También les evita reconocer que no son capaces de ponerse de acuerdo internamente en qué hacer.
Y puestos a no reconocer, no reconocerán tampoco que mientras salta por los aires en diferido el Govern de la Generalitat, 5 años después del 1-O, no solo no existe la República catalana, tampoco existe siquiera el bloque independentista como tal. Aquel mandato del 1 de octubre ha ido bajando tanto sus expectativas en estos años que cuando ahora en la Generalitat hablan de rupturas, secesión y de unilateralidad no hablan de su relación con España. ¡Sino de la suya! Y lo que llaman a votar es si romper el Govern.
¿Moraleja?
La ruptura de los independentistas está siendo más agónica que la que cuentan de Tamara las revistas.