Marta García Aller cuenta que lo de los "10.000 pasos tiene un origen muy concreto", todo empezó a utilizarse como medida de la cantidad ideal de pasos diarios recomendados cuando una empresa japonesa, en los años 60, lanzó un podómetro llamado manpo-kei, que en japonés significa curiosamente medidor de 10.000 pasos. Entre otras cosas, aprovecharon los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 para venderlas como churros.
Aunque, explica que el problema es que organizaciones como la OMS han asumido la cifra como recomendación oficial. Y claro que es muy sano andar 10.000 pasos todos los días. Pero conviene saber que, como cifra, "no es más que un número bonito".