Le propuso un trato. Si Charles acababa sus estudios, ella los retomaría. "Si quieres que tus hijos marquen la diferencia, tú también tienes que ser diferente", comenta Megan. Con determinación y esfuerzo, y sacando tiempo de donde no lo tenía, Megan consiguió graduarse el mismo año que sus dos hijos pequeños. Tres años después, está a un mes de graduarse en un curso de formación superior.
"Es mi modelo a seguir", dice su hijo Charles. El suyo y el de mucha otra gente, y es que Megan ha ganado un premio por su determinación de volver a los estudios. Enfrentándose, además, a la dislexia y los problemas de memoria corto plazo que padece.
Cuenta que a veces sacaba sobresalientes, y otras suspendía. Todo ello en un mismo semestre, pero nunca cejó en su empeño de conseguir un título del que sentirse orgullosa. Ahora da clases particulares a quienes como ella vuelven a los estudios después de muchos años. Su sueño, ser profesora en un centro para adultos.