Aclarado este punto, buenas tardes Palma, gracias por vuestra acogida.
La estadística dice que tenéis 300 días de sol al año. Ya es mala suerte que nos haya tocado el nublado. Qué ganas de que termine ya el inverno, ¿verdad?, para empezar a disfrutar de la primavera. Para disfrutar del caloret. ¿Aquí también decís el caloret? Perdón: ¿aquí tampoco decís el caloret? Eso es porque no tenéis alcaldesa políglota. Aquí tenéis alcalde. Todavía. Bueno, aquí lo que tenéis es una afición a cambiar de alcalde cada dos por tres.
Valencia tiene la misma alcaldesa desde 1991. Veinticuatro años. Aquí habéis tenido a Joan Fageda, Catalina Cirer, Aina Calvo y Mateo Isern. Dices: me han parecido más. Hombre, han sido cuatro, lo que pasa es que los tres últimos han ido a cuatro años por barba.
Un mandato y fuera. ¿Qué tenéis, un plan renove de alcaldes? Y en mayo, cambiaréis otra vez. ¿Cómo lo sabe, si aún no han sido las elecciones? Porque el que hay ahora no se presenta. O no le presenta. Su partido. Que es el PP. Ana Botella, ¡no estás sola!
Hay otros que tampoco renuevan. Por sus malas relaciones con la dirección del partido, la de aquí, ¿no?, la local y autonómica. Qué difícil es este mundo de la política de partido, el mismo que un día te promociona otro día te cierra el paso; hoy voy contigo hoy ya no voy. Las alianzas variables. En Baleares hay que hacer un máster cada tres meses para saber dónde anda cada cual y peleado con quién. En Baleares y dónde no.
Aquí al menos ya sabéis quiénes van a ser los candidatos del PP para las elecciones de mayo, ¿no?, esa ventaja que les sacáis a los madrileños. Y repite Bauzá. Aunque Rajoy todavía no lo ha dicho. Suspense, emoción. No, lo de Bauzá está hecho, lo que pasa es que como en el PP van confirmando nombres de poquito en poquito, dejan algunos que van a ser sin anunciar todavía para disimular que hay otros que no van a repetir, o que no está claro. Fabra, en la comunidad valenciana, Ignacio González en Madrid. Estas son las dos piezas que se tambalean.
Y como Rajoy ha estado esta semana con lo del debate de la Nación, pues no ha tenido tiempo para reunirse consigo mismo y poner el huevo. El resumen del debate de la Nación ya sabéis cuál es: el presidente se lió a darle mandobles a Pedro Sánchez -no da usted la talla, no vale para esto, no vuelva- y que, como cabía esperar, este fustigamiento mariano lo que ha hecho es reforzar a Sánchez como aspirante socialista.
Hoy la encuesta de El Mundo dice que ganó el debate. En El País no necesitan encuesta porque nunca pensaron que pudiera ser de forma. Pero es que la encuesta de la Razón dice que Sánchez perdió, pero no por goleada. O sea que si yo fuera Sánchez le pediría a Rajoy que me atice así todas las semanas. A base de zumba zumba todavía gana las elecciones. Y tiene sentido, porque Rajoy, al arrearte, te descasta. Te distancia del PP y eso, para el votante de izquierdas, es un activo.
Ahora el mayor elogio que se le puede hacer a un político es que es un descastao. Alérgico a la casta. A Pablo Iglesias se le ocurrió dar un mítin ayer en un teatro, como si estuviera dando la réplica a Rajoy en el Congreso, y hoy se lo han afeado mucho los populares, por escaquearse del Parlamento Europeo, y los socialistas por haberse arrogado el papel de líder de la oposición así, porque sí. Le han dado tanta importancia a esta puesta en escena de ayer y se han mostrado tan ¿escocidos? Que seguramente Iglesias les estará muy agradecido. Por seguirle el juego.
Luego hablaremos de política y de política económica. Porque si el argumento principal de la oposición es que hay que cambiar de recetas económicas porque no han servido, el argumento del gobierno ya sabéis que es el contrario: que hay que perseverar en ellas porque están sirviendo. Rajoy esgrime para apoyar su tesis los indicadores de la economía nacional, y hoy los esgrime aún más porque se ha publicado el PIB de 2014, el dato oficial de Estadística, y dice que en el último trimestre fue mayor la recuperación que en los anteriores, es decir, y esto es lo esperanzador, que el año fue de menos a más, y que de mantenerse esa tendencia, ahora estaríamos creciendo a un 2,8 % anual, que no es aquel 4 % de los años de bonanza, pero se va pareciendo ya poco a los peores años de la recesión.
Sigue habiendo problemas muy gordos, como ayer mismo recordó la comisión europea (la deuda, el paro, la precariedad de muchos contratos) pero vamos poco a poco a mejor y eso se nota, dice Estadística, en vuestras casas, en lo que compramos, consumimos, invertimos, las familias. Es ahí donde se ha registrado el cambio más significativo en estos últimos meses.
(Esto, para luego en la Brújula de la Economía).
Hemos venido a Mallorca a hablar de los muchos atractivos culturales que ofrece esta isla, de la colección Joan Miró, de una artista alemana que se llama Rebecca Horn y que inaugura el mes que viene su propio homenaje a Mallorca. A esta isla que es cuna, como bien sabemos, de celebridades que han alcanzado las más altas cotas de aptitud profesional y que son, por ello, conocidas hoy en toda España.
· Rafa Nadal, eh, el mejor tenista del mundo.
· Jorge Lorenzo, que es uno de los mejores pilotos de moto.
· Miquel Barceló, que es uno de los pintores más reconocidos del mundo.
· Chenoa, que canta.
Son mallorquines no sólo quienes han nacido aquí, sino aquellos que han hecho aquí toda su carrera profesional.
· María del Mar Bonet, de profesión, cantante. Empezó como cantante, luego fue compositora e investigadora de la música popular. Muy querida en esta tierra.
· Jaume Matas, de profesión imputado. Empezó de imputado, luego fue procesado, condenado, recluso y en esta última época, recluso de permiso penitenciario. En su época también fue muy querido. Ganar, ganaba. No sólo dinero, también elecciones.
· María Antonia Munar, no podemos dejar de hablar de la princesa. Bueno, princesa depuesta. En su currículum dice que es doctora en derecho, creéroslo. ¡Doctora en derecho! Y en torcerse. Qué máquina de hacer dinero esa señora, eh. No dirigía un partido, dirigía una ordeñadora. Adjudicación va, sobre viene. Con una mano delante y otra detrás, como dijo la señora Ferrusola el otro día en el Parlamento catalán, una mano delante y otra detrás, a la manera egipcia.
No, Ferrusola no es mallorquina. Ella es andorrana. Toda la familia. Oye: Matas, Munar, Rodrigo de Santos... Cuánto daño os han hecho algunos vecinos, eh. Y aún no hemos hablado de los duques de Palma. “Em sap greu” pero qué queréis. (Iñaki, que le ha vuelto a decir al juez Castro que no tiene un chavo. Ni para un clavo).
Con vuestro permiso, hoy en lugar de hablar del duque vamos a hablar del archiduque. Luis Salvador de Austria. Se cumplen cien años de su fallecimiento y qué mejor motivo ---si acaso hiciera falta algún motivo--- para venir a Palma a recordarle. Su nombre completo, como aquí todos sabéis, fue Luis Salvador María José Juan Bautista Domingo Raniero Fernando Carlos Zenobio Antonio de Hagsburgo-Lorena. Luego dicen que no hay desigualdad: unos con tantos nombres y otros...Chenoa. Dices: este hombre tenía nombres por encima de sus posibilidades.
Imagina el operario de Transmediterránea cuando había que sacarle un billete, el sofoco para que le cupiera el nombre en el cupón de embarque. Hagsburgo, Luis. Y a navegar.
Sus seres queridos le llamaban archi, para ahorrar tiempo. Y dicen que fue, en verdad, un hombre muy querido tanto por su familia como por una palmesana de nombre Catalina (extraño nombre para una palmesana). Mantuvo con ella una relación plebéyica, digamos. Este archiduque era el primo de Romy Schneider (de Sisí emperatriz). ¿Por qué es tan especial Luis Salvador de Austria en la historia de la isla? Pues porque fue, para Mallorca, el Ester Eiros de la época, el viajero que les descubrió a media Europa, después de descubrirlas él mismo, las bondades de venirse aquí a hacer turismo. La historia oficial dice que llegó en el año 67 (1800) y quedó tan fascinado por el paisaje que empezó a comprarse terrenos como un loco.
En realidad no el paisaje lo primero que le fascinó. Él vino a Palma intrigado por ver qué teníais aquí y descubrió ¡el palo con sifón! Empezó con el palo con sifón, luego le dieron a probar las quelitas con sobrasada, más tarde la ensaimada de Can Joan de S’aigo y ya nunca más quiso marcharse de la isla.
La primera frase que aprendió en mallorquín es la primera frase que todos vosotros le habéis enseñado a vuestros hijos. Lo primero que dice un bebé mallorquín cuando rompe a hablar es: “Com a Mallorca no s’hi está”. Y a fe que es una gran verdad.
Gracias por acompañarnos y espero que pasemos todos una noche entretenida.
Bienvenidos a La Brújula.
