Víspera de puente para el que lo tenga. El martes es fiesta. La fiesta nacional, no confundir con los toros. Ni con los bonos. La Hispanidad le siguen llamando algunos. La conmemoración del descubrimiento de América. Al que llega Isabel Díaz Ayuso, como contó ayer en este programa, con propósito de enmienda para no seguir arriesgándose a que el Papa la excomulgue.
Víspera de puente con la electricidad en máximos pero con la incidencia acumulada en mínimos, vaya una cosa por la otra. Las buenas noticias también son noticia y bajamos ya de los cincuenta casos por cien mil habitantes. Ahora el objetivo es no remontar. Y alcanzar la próxima barrera, que es bajar de los veinticinco casos. Todos los indicadores van a mejor. Lo único que introduce una ligera inquietud es que Fernando Simón ha dado por hecho que no hemos de preocuparnos por las nuevas olas.
Todos los indicadores van a mejor. Lo único que introduce una ligera inquietud es que Fernando Simón ha dado por hecho que no hemos de preocuparnos por las nuevas olas
Cruza los dedos, Fernando, que estamos escarmentados de pronósticos. La pandemia va quedando atrás y falta que terminemos de salir del hoyo económico que provocó el parón de la actividad y sus secuelas negativas: los trabajadores que aún están con el empleo suspendido, el encarecimiento de las materias primas y la falta de componentes para algunas fábricas.
"Una ministra tan expansiva como María Jesús Montero no renuncia nunca a los superlativos"
También tiene secuelas positivas, al menos para quien tiene que cuadrar las cuentas de un Estado europeo que resultó más castigado por la crisis que la media. O sea, España. La secuela positiva de la pandemia es la lluvia de millones procedentes de la Unión Europea. El manguerazo, por ejemplo, de veinticinco mil millones que el Gobierno contempla en los Presupuestos para el año que viene. Con semejante inyección de recursos puede permitirse el Gobierno plantear unos presupuestos con más gasto público que nunca y calculando al alza los ingresos.
Una ministra tan expansiva como María Jesús Montero, en su idea del gasto y en la manera de venderlo, no renuncia nunca a los superlativos. Y a este resumen de alegría, alegría con el que remató ayer la presentación de sus números.
Gana todo el mundo. Usted también, señora. Que igual usted, como es de natural desconfiada, se pregunta: ¿y toda esa ganancia tan espléndida que disfrutarán funcionarios, pensionistas, jóvenes, mayores, asalariados, autónomos, lo seguirá siendo si la inflación se mantiene en el 4 %? Pero vamos a ver, mujer, ya se encargará el Gobierno de hacer que la inflación baje. Si está todo controlado. Las subidas de precios que se las coman las empresas. Y si hace falta, ilegalizamos el INE para que deje de publicar indicadores desfavorables.
Si hace falta, ilegalizamos el INE para que deje de publicar indicadores desfavorables
Lo importante es la tranquilidad, como dice Yolanda Díaz. Lo tranquilo que puede estar el país ahora que Sánchez y ella han parido unas cuentas. Eso es. Y por eso hicieron ayer un posado, en amor y buena compañía, el padre y la madre de la criatura: Pedro y Más Yolanda presumiendo de lo sano y gordo que es el retoño que han traído al mundo.
Se reía ayer la ministra Montero cuando explicaba por qué la tarjeta regalo de la FNAC que ha anunciado el presidente será sólo para quienes cumplan dieciocho el año que viene.
"El Gobierno, que es un ser de luz, jamás introduce en sus cálculos el afán que tiene por conseguir nuevos votantes"
La edad a la que uno se incorpora sociológicamente al sector joven. A veces se entiende que Sánchez cambiara de portavoz. A los dieciocho no es que ya puedas votar, es que te has incorporado sociológicamente al sector joven. ¿Y? Y por qué va a tener que recibir 400 euros para comprarse cosas culturales quien se incorpora a la vendita juventud. Por qué el recién llegado sí y el que ya era joven, no. Por qué 400 para el nuevo en lugar de 200 para él y 200 para los que tienen diecinueve.
En fin, preguntas puede uno hacerse las que quiera, pero ha sido ella, o su jefe, quien ha elegido que los doscientos millones de euros de esta partida recaigan sólo en quienes pasen de ser menores a ser mayores de edad el año que viene. Naturalmente, el Gobierno, que es un ser de luz, jamás introduce en sus cálculos el afán que tiene por conseguir nuevos votantes.
Por eso la entrada de los toros no podrá pagarse con el bono cultureta, porque ahí sabe el Gobierno que tiene poco votante que rascar, a diferencia de los videojuegos.
La entrada de los toros no podrá pagarse con el bono cultureta porque ahí sabe el Gobierno que tiene poco votante que rascar, a diferencia de los videojuegos
Dijo ayer la ministra expansiva que hay que priorizar los sectores a los que se quiere ayudar, que es la forma de confesar que al sector taurino no se le quiere dar ni agua y que esto del bono es un método popular, o populista, de inyectar dinero a empresas y productores culturales: primero decides en qué se lo pueden gastar los cumpleañeros y luego ya se lo das para que se lo gasten.
Esta mañana, por cierto, visita el presidente Sánchez a los directivos de Netflix. Dices: ¿a qué va, a que le expliquen el juego del calamar? No, va a agradar. A persuadirles de que filmen sus producciones aquí bajándoles ---a éstos, sí--- los impuestos. Y a explicarles lo decidido que está su gobierno a desarrollar la cosa digital para atraer talento joven y emprendedores.
Start up nation es un very good goal pensando en los stateholders, in my opinion.
El martes que viene estará el Gobierno celebrando la vigencia mundial del español.