OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "La victoria amarga y el voto telemático"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la "aprobación por error" de la reforma laboral en el Congreso de los Diputados.

Carlos Alsina

Madrid | 04.02.2022 09:39

Si usted es trabajador, no hace falta que se lo cuente. Se ha levantado usted con la tranquilidad de saber que hoy su vida es mejor.

Sostiene la vicepresidenta Yolanda Díaz, Yo Yolanda, que los veinte millones de trabajadores de nuestro país saben que esta reforma laboral que ayer convalidó, a duras penas, el Congreso es lo mejor que les ha pasado en cuarenta años. Tirando por lo bajo. Prueba superada. Ya tiene el Gobierno la bendición parlamentaria que necesitaba para su acuerdo con patronales y sindicatos.

"El Congreso aprobó la reforma laboral por error"

El Gobierno proclama que lo importante, aquí, es el hecho que ayer se produjo: el Congreso aprobó la reforma laboral. Y es un hecho, en efecto. En rigor el hecho completo es éste: el Congreso aprobó la reforma laboral por error.

A cualquiera que no siguiera la sesión parlamentaria y le dijeran, a la hora de cenar, que al final había sido el PP el que le había salvado la cara a Pedro Sánchez pensaría que este país se ha vuelto definitivamente loco. Pero eso es lo que pasó.

Del ‘ay, que perdemos’ al ‘anda mira no, que ganamos, que un tal Casero ha dicho sí cuando quería decir que no’

El Gobierno, sin los dos diputados de la Unión del Pueblo Navarro, carecía de apoyos suficientes y le cayó del cielo el inesperado voto telemáticode un diputado del PP. El señor Casero. Del ‘ay, que perdemos’ al ‘anda mira no, que ganamos, que un tal Casero ha dicho sí cuando quería decir que no’. Cosas que pasan.

Bueno, esto pasa al revés, que un diputado del PSOE se equivoca y salva de un naufragio al PP, y ya habría gente investigando qué oscura trama de intereses se ocultaba detrás del parlamentario en cuestión. Qué constructor lo compró. Pero ha sido a favor del Gobierno. Así que lo que se están preguntando es qué oscura trama de intereses se oculta detrás del voto negativo de los dos de UPN, tamayazo, dicen, tránsfugas, por haber votado lo que el cuerpo les pedía y lo que la dirección de su partido, que había pactado con el PSOE, intentó que no votaran.

Hay más diputados en contra de esta reforma que a favor

Mire, en efecto nada hay de inusual en que un diputado vote lo contrario de lo que quería votar. Pasa. Ahora está por ver qué recorrido tiene la reclamación que presenta el PP y las acciones legales del propio diputado (luego repasamos qué alega), pero a esta hora los dos hechos son: que la legislación laboral sigue en vigor, consolidada, y que la mayoría del Congreso, en realidad, no la comparte.

Es comprensible, quiero decir, que después de haberlas pasado canutas, el Gobierno sobreactúe en la victoria y proclame que esto es un acontecimiento histórico que hoy celebra España entera, pero los números son los números:hay más diputados del Congreso en contra de esta reforma que a favor. Nadie discute que el diputado Casero está en contra de la reforma, luego sabemos que 174 diputados comparten la reforma y 175 no. Aunque la votación fuera 175 sí, 174 no y ésta sea la que valga.

Es comprensible que el Gobierno sobreactúe en la victoria y proclame que esto es un acontecimiento histórico, pero los números son los números: hay más diputados en contra de esta reforma que a favor

El escenario con el que soñaba Sánchez hace mes y medio, cuando cerró el pacto con la patronal y los sindicatos y confiaba en obtener una bendición arrolladora en el Congreso, no se ha producido. No ha habido consenso abrumador.

El diputado Casero, el flotador telemático al que Sánchez pudo agarrarse para no naufragar

Y al diputado Casero, presidente, no se olvide de agradecerle al diputado Casero el flotador telemático al que pudo usted agarrarse para no naufragar. Hombre, para ser un acuerdo de país, como gusta de decir el presidente, le ha salido bastante ajustadito. Como mucho, de medio país. La victoria amarga que diría Felipe. Todo muy descolorido y muy de chiripa.

¿Qué alega el diputado equivocao? Pues que al hacer su voto telemático él puso no pero le apareció sí. Y que viendo que el sistema había apuntado un voto que no era, llamó al Congreso para avisar y se personó después para intentar votar presencial. Le dijeron que si ya había votado telemático, pues no podía entrar para no incurrir en duplicidad. El Partido Popular sostiene que alertó a la mesa del Congreso de que se había producido este error para que lo enmendaran. Y que el reglamento obliga a que se telefonee al diputado en cuestión para cotejar con él lo que realmente quiere votar.

El PP va a recurrir al Constitucional

El dirigente del PP Montesinos le contó anoche a Juan Ramón Lucas que van a recurrir al Constitucional. (Para cuando el Constitucional se pronuncia igual ya estamos en la siguiente reforma laboral). El reglamento dice, en efecto, que hay que confirmar con el diputado ausente su voto, pero es una resolución de 2012 y, con los años, se ha ido abandonando ese hábito porque se introdujo en el sistema la doble confirmación del propio diputado.

Primero vota y luego confirma que eso es lo que quería votar. Bien es verdad que también dice el reglamento que si el ausente quiere luego votar presencialmente hay que darle audiencia y deliberar si se admite la anulación del telemático para que vote en el Hemiciclo.

Del quilombo éste de ayer sale toca la presidenta del Congreso, Batet. Su inexplicable actuación al leer bien los resultados de la votación pero proclamar la conclusión contraria a lo que los votos indicaban. Si anunció 175 síes y 174 noes, ¿por qué parecía tener tan claro que el Gobierno había perdido la votación?

Te lo compro, Gabriel. Ahora ya entiendes por qué a algunos nos escama que Sánchez y Junqueras hayan montado una mesa extraparlamentaria para negociar lo que afecta a todos los españoles

Sale tocada la pretendida representatividad de los agentes sociales, que pactaron un acuerdo que la mitad de la Cámara no comparte. Fue encomiable la reivindicación que hizo ayer Rufián de la función parlamentaria. En efecto, y como él dijo, es en los parlamentos donde se debaten y se pactan los cambios legales que afectan a la sociedad, no en mesas externas con interlocutores que no representan a todos los ciudadanos.

Te lo compro, Gabriel. Ahora ya entiendes por qué a algunos nos escama que Sánchez y Junqueras hayan montado una mesa extraparlamentaria para negociar lo que afecta a todos los españoles.

Y sale tocada UPN, la Unión del Pueblo Navarro, con cuyos dos diputados contaba el PSOE para convalidar la reforma y que después de insinuar que lo haría, acatando el anuncio que había hecho la dirección de su partido, acabaron votando que no.