Viernes de operación salida. Viernes de Eurocopa (hay que apear esta tarde a los suizos). Viernes de kedada para miles de jóvenes en todo el país. Viernes de inquietud para quienes ya no somos jóvenes, en concreto los que tenemos entre cuarenta y cinco y sesenta años. Ay, la pensión. Que dice el ministro que tendremos que elegir entre cobrar menos o trabajar (aún) más.
Al ministro Escrivá se le fue la mano con la sinceridad
En el departamento de márketing y autobombo de la Moncloa deben de estar pensando que en qué hora enviaron ayer al ministro Escrivá a Televisión Española a sacar pecho por el acuerdo de las pensiones. Estaba todo diseñado para que fuera una mañana de gloria para Sánchez: otro selfie con las patronales y los sindicatos en el que el presidente saldría muy favorecido, en los jardines de Palacio y con discurso añadido (ni un día sin alocución presidencial). Motivos había para la satisfacción: la reforma de las pensiones que hemos prometido a Bruselas da el primer paso con la bendición de los llamados agentes sociales, exponente del diálogo y el entendimiento.
Pero el ministro acudió a la tele y se le fue la mano con la sinceridad. Españoles nacidos entre el 60 y el 75, fuimos tantos los que nacimos en esos años y seremos tantos, a la vez, los jubilados que nos va a tocar elegir entre tijera y tijera. Éste es el pasaje.
La patronal y los sindicatos salieron a desmentir que haya ningún acuerdo para meter tijera. El factor de equidad intergeneracional ni está ni se le espera
‘Merma de la pensión, no’, dice el ministro. Un pequeño ajuste (no lo llame merma) o trabajar algo más (que en la práctica equivale a que te la ajusten). Con lo bien que iba la mañana, debió de pensar el equipo de días vistosos de Presidencia. Porque a raíz de que el ministro dijo lo que dijo, la firma del acuerdo quedó en segundo plano y fue la pensión de los baby boomers lo que ganó presencia. Porque tanto la patronal como los sindicatos salieron a desmentir que haya ningún acuerdo para meter tijera.
O sea, que esto del factor de equidad intergeneracional que dice el ministro que está en el pacto dicen los agentes sociales que ni está ni se le espera. O que no lo espere el gobierno porque están en contra. Y como ayer recordó Comisiones Obreras, lo que se ha firmado es sólo una parte de la reforma pendiente, quedan otras cuestiones pendientes y esto de los boomers va a ser una piedra en el camino, por emplear esta imagen tan del gusto del ministro Ábalos. De paso, le ha hecho un favor Escrivá a Pablo Casado porque le ha permitido salir a proclamar que el gobierno, en esto, también miente.
"Para la dirección del PP distorsionar la realidad ha dejado de ser un problema"
Por supuesto, el gobierno ni ha dicho que los jóvenes no van a tener pensión ni ha dicho que vaya a congelar las pensiones, pero para la dirección del PP distorsionar la realidad (o inventársela) ha dejado de ser un problema. Casado ya dice cualquier cosa. A Bruselas le tenemos dicho, por cierto, que la reforma de las pensiones estará aprobada por el Congreso en otoño. Y hasta hoy, todo lo que tiene que ver con las pensiones se supone que ha de contar con el respaldo de todos los grupos (para eso se inventó el pacto de Toledo). Las probabilidad de que eso suceda, hoy, son escasas.
La incidencia acumulada entre los jóvenes está en los 350 casos por cien mil
¿Y a quienes hoy siguen siendo jóvenes, entre 15 y 30 años, pongamos, qué les pasa? Pues que los contagios de coronavirus entre ellos van a más. A bastante más. La incidencia acumulada en este tramo de edad alcanza los 350 casos por cien mil, escenario considerado de alto riesgo. La media nacional volvió a subir ayer, 134 casos por cien mil, riesgo medio. La tendencia no es buena porque va ganando velocidad la subida. Y porque hay comunidades, como Cataluña, donde los contagios entre jóvenes se han disparado, adelantando a Cantabria, que venía siendo la que peor situación registraba. A eso se le añade que el verano acaba, como quien dice, de empezar y que las fiestas, las kedadas en las playas, las salidas y las entradas del personal veinteañerocomplican la tarea de mantener el virus a raya.
El gobierno de Revilla se plantea ya cerrar de nuevo el ocio nocturno, por ejemplo. En Baleares lo que crece es el temor a que lo ocurrido con los viajes de fin de curso traiga consigo un nuevo revés para el sector turístico, tan necesitado de estabilidad para poder afianzar la recuperación de empleo.
El único elemento alentador es que en este tramo de edad sólo una parte, pequeña, de los positivos acaba requiriendo ingreso hospitalario ---también pasa, eh, pero es menos frecuente que en personas mayores---. Eso supone que la presión hospitalaria no crece a la velocidad de los contagios, aunque sí repercute en los centros de atención primaria. Como ya está ocurriendo en Cataluña, como ha admitido el consejero de Sanidad Argimón. El panorama, recién iniciado el mes de julio, anuncia curvas. O piedras en el camino.
La heredera del trono habla de Cataluña y en catalán
La princesa Leonor, que es princesa de Girona, entregó ayer los premios de su fundación en Barcelona. Elogiando la labor de los jóvenes (o de muchos jóvenes) durante estos meses de pandemia ---no todo van a ser fiestas de fin de curso y botellones---. Del acto se borró de nuevo el gobierno autonómico catalán, poco dado a la concordia y el reencuentro. Sí estuvo el ex ministro Illa, la presidenta del Congreso Batet y la de la Diputación de Barcelona, Marín, o sea, todo el PSC. Para escuchar a la heredera del trono hablar de Cataluña y en catalán.