El día en el que Sánchez nos va a hacer precio. Los test de antígenos. Este producto que, junto con las mascarillas, hemos incorporado a los gastos familiares cotidianos. Cuánto pagamos de luz, de agua, de letra de la hipoteca, de seguro del coche, de compra semanal en el híper, de tarifa plana de internet, de suscripción a la plataforma de streaming, de pack de mascarillas y de ¿cuántos test de antígenos calculamos hacernos este mes?, pues eso, mételo en el presupuesto familiar.
Los ministros, aunque usted no se lo crea, también tienen familia. Sí, Garzón la tiene. Y Díaz. Y Calviño. Tienen familia, han tenido Navidades y han aprendido a meterse por la nariz el bastoncillo. O sea, que están al tanto ---digo yo--- de por cuánto ha salido cada test en la temporada alta de Navidades. La vicepresidenta Calviño le dijo ayer a Julia que ella ha pagado siete u ocho euros.
"Pero si el Gobierno es usted"
Uno se imagina la escena, ¿no? La vicepresidenta en la farmacia: me da paracetamol, unas pastillas para la garganta y... póngame tres o cuatro test de antígenos. ¿A cuánto dice usted que salen? La farmacéutica: a ocho euros la pieza, señora. Uy, qué barbaridad, no puede ser, qué escándalo. Y la farmacéutica pensando: pero si el Gobierno es usted.
¿No pusieron ya tope al precio de las mascarillas porque eran producto sanitario de primera necesidad? Pues con los test, lo mismo. Claro que hace no tantos meses el Gobierno desaconsejaba muchísimo hacerse test uno mismo y que se vendieran en farmacia, porque generaban una falsa confianza y no sé cuántas cosas más.
Test asequibles, promete el Gobierno, justo cuando va a ir descendiendo la demanda
Van cambiando los criterios. Van cambiando los tiempos. Hoy sabremos a cuánto nos ponen los test. Hoy sabrán distribuidores y farmacéuticos qué margen comercial les queda. Test asequibles, promete el Gobierno, justo cuando va a ir descendiendo la demanda. ¿Por qué? Porque va a ir descendiendo la incidencia.
La incidencia media del país empezará a descender la próxima semana
Una mañana más les digo: aún no hemos llegado a ese punto, la incidencia aún crece. Pero hace una semana subrayábamos aquí que había signos de que podía haber empezado a aflojar en algunas comunidades autónomas. Los datos de ayer lo confirman: ya hay menos contagios de un día para otro en Madrid, Cataluña, Andalucía, Aragón, Castilla La Mancha, Baleares, el País Vasco y Navarra. Lo siguiente será que frene la incidencia media del país y empiece el descenso.
Santi García Cremades,matemático de guardiade este programa, concluye, tras estudiarse los números, que eso sucederá a mediados de la próxima semana.Lo que más tardará en bajar, como también hemos explicado aquí, es el número de fallecidos. Que estos días sigue aún subiendo. Cerca de los noventa diarios. Menos que hace un año, es verdad, pero tampoco es que sean pocos, noventa al día.
"No es una ola como las anteriores"
La ministra Darias dice que esta no es una ola como las anteriores. Es verdad. Cada ola tiene sus cosas. En número de infecciones, por ejemplo, ésta es peor que cualquiera anterior. En número de enfermos ingresados, es menor en proporción, pero con 17.000 personas hoy hospitalizadas, las mismas que había hace justo un año. La insistencia del Gobierno en que hay que hablar ya de cómo cambiar el chip y la forma de llevar la cuenta es llamativa. Como si fuera lo más relevante, lo prioritario, lo que tiene que ocupar las primeras páginas y los debates.
La insistencia del Gobierno en que hay que hablar ya de cómo cambiar el chip y la forma de llevar la cuenta de la pandemia es llamativa
Con permiso de la Ministra, más inmediato parece atender al llamiento a la prudencia de la Organización Mundial de la Salud, que dice que aún pueden aparecer otras variantes que frusten este horizonte de luz y de color en el que todos somos inmunes y la Covid se ha convertido en una gripe.
Una situación insostenible en los servicios de Urgencias
Y parece más inmediato atender a la denuncia que vienen haciendo las asociaciones de médicos y enfermeras, que lejos de quitarle gravedad a este momento están haciendo saber que la situación, en las Urgencias por ejemplo, es insostenible.
Hacer previsiones sobre cuándo la Covid dejará de ser pandemia suena más a querer colocar el mensaje de que esto ya se acaba
Si las Urgencias no dan para más hoy, si en los centros de primaria no se da para más hoy, poner el foco en cómo vigilaremos la Covid cuando haya pasado la sexta ola suena raro. Anticiparse y prever está muy bien. Pero en octubre aún estaba la ministra Darias celebrando la bajísima incidencia que teníamos entonces y confiando en que fuéramos capaces de mantenenos ya siempre en el suelo de contagios.
Nadie previó nunca ---tampoco el ministerio de Sanidad--- que llegaríamos a los tres mil y pico. Porque nadie pudo prever que surgiera la ómicron en Suráfrica con su capacidad inédita para transmitirse. Por eso hacer previsiones sobre cuándo la Covid dejará de ser pandemia suena más a querer colocar el mensaje de que esto ya se acaba que a la necesidad de preparar ya una nueva forma de llevar la estadística.