Tenemos por delante ochenta y nueve días y dieciséis horas de otoño. Se acabó el verano de los precios más altos de nuestra historia reciente. Y comienza el otoño… de los precios más altos de nuestra historia.
Sánchez se ofrece como gurú para alumbrar el camino de las Naciones Unidas
El presidente Sánchez ha estrenado el otoño haciendo lo que más le gusta: escucharse. De madrugada, ante la Asamblea General de la ONU, y con corbata, Sánchez ha sido capaz de hablar diez minutos sin mencionar a Feijóo. Como diría Podemos, ‘sí se puede, sí se puede’. ¿De qué ha hablado entonces el presidente? Pues de alta política. Objetivo de desarrollo. Transición ecológica. Cambio climático. Y crisis, crisis de todas las clases. La alimentaria, la sanitaria, la inflacionaria.
Que Putin tiene la culpa de casi todo ya no hace falta ni comentarlo. Y que Sánchez se ofrece como gurú para alumbrar el camino de las Naciones Unidas aprovechando la experiencia, enormemente exitosa (según él) de sus políticas en España tampoco hace falta destacarlo mucho porque ya se encarga el presidente de hacerlo él por nosotros.
Ahí está el presidente de la gente, versátil como nadie, capaz de codearse lo mismo con los Biden, los Macron y los Guterres que con Almudena, de Tomelloso.
Nuevo debate en la UE por los refugiados rusos
Al regreso de su semana neoyorkina le espera a Sánchez una Unión Europea metida en nuevos debates a raíz del reclutamiento decretado por Putin en Rusia. La certeza de que todo va a empeorar ha llevado a miles de ciudadanos rusos a emprender el camino de la frontera. A falta de billetes de avión, por lo escasos y por su precio, la carretera se ha convertido en principal vía de salida. Para salir, primero, de Rusia y para alcanzar, después, territorio europeo.
La certeza de que todo va a empeorar ha llevado a miles de ciudadanos rusos a emprender el camino de la frontera
El gobierno alemán invita a los críticos con el régimen y los jóvenes que huyen para no ser enviados al frente a solicitar el asilo en Alemania. Pero hay otros gobiernos europeos que no lo ven tan claro. Temen una avalancha de rusos y prefieren disuadirles de entrar en su territorio.
Finlandia estudia el cierre de fronteras
Es el caso de los países bálticos, reacios a seguir concediendo visados. Finlandia, destino inmediato de quienes salen de San Petersburgo, prepara el cierre de su frontera a los rusos tras haber visto entrar a diez mil personas en las últimas cuarenta y ocho horas. La forma rápida de entrar a Europa es declararse turistas. Y la forma de quedarse luego es solicitar el asilo. Y como ha recordado la Comisión Europea, toda solicitud debe ser estudiada.
La propaganda del régimen quiere hacer creer que acuden orgullosos de prestar un servicio a la patria
En Rusia los trescientos mil hombres elegidos por Putin para arruinarles la vida enviándoles a una guerra innecesaria han empezado a recibir las notificaciones para personarse en el cuartel de manera inmediata. La propaganda del régimen quiere hacer creer que todos ellos acuden orgullosos de prestar un servicio a la patria. La realidad es que eludir la citación puede llevarte a la cárcel.
Hoy, por cierto, comienzan en el Donbás, que es Ucrania, los referendums falsos que han parido a pachas los prorrusos de esta región y el gobierno de Putin para fingir que hay un clamor popular para que no sólo Lugansk o Donetsk, sino también Jersón y Zaporiyia, pasen a formar parte de la Gran Madre Rusia. De mascarada en mascarada hasta la conquista final.
Explorando de manera silenciosa un nuevo impuesto
Hay formas raras de decir las cosas. Pero la ministra Montero, María Jesús, se lleva hoy la palma. Ha estado explorando de manera silenciosa un nuevo impuesto.
A ver, ministra. La crisis ya ha cargado sobre la clase media. Viene cargando desde primeros de año, porque antes de la guerra ya sufríamos una escalada de precios. Ahora la ministra podrá cantar las bondades de imponer una nueva obligación fiscal a quienes tengan un patrimonio determinado, pero ni ese impuesto ni ninguno va a evitar ya que el poder adquisitivo, y la calidad de vida, del noventa por ciento de los contribuyentes haya empeorado muy notablemente.
La ministra lleva semanas explorando de manera silenciosa. Habla como si fuera Marco Polo y mudo. O una médica examinando a su paciente, rico, por supuesto, para saber dónde le duele y apretarle justo ahí. Fruto de este trabajo tan callado que lleva semanas y semanas haciendo el ministerio ya está en condiciones de informar de que el tipo impositivo será… algún tipo y que los contribuyentes que habrán de pagarlo serán… uno de cada cien. Ya, ¿pero quiénes? Ah, eso aún no ha terminado de explorarlo Dora. Espejito, espejito, dime ¿qué es un rico?
O La ministra habla como una médica examinando a su paciente, rico, por supuesto, para saber dónde le duele y apretarle justo ahí
Se le agradece a la ministra la nitidez con que explica quién tendrá que pagar su nuevo impuesto. Aún no sabe qué patrimonios serán gravados, pero sí que el palo lo sufrirá el uno por ciento de los contribuyentes. Primero se elige el mensaje, vamos a por el 1%, los que lo tienen todo, y luego ya se echa la cuenta para ver qué umbral de patrimonio hay que poner y cuánto se les quiere sacar. Llevará muchas semanas de trabajo callado la ministra, pero concretar, lo que se dice concretar, ayer en su entrevista en ARV concretó bien poco.
Un impuesto temporal y de emergencia
Dice que el impuesto será temporal, sólo dos años. Y obliga a preguntarse por qué. Si el impuesto es tan justo y tan necesario, por qué no lo deja ya para siempre. No, porque dice la ministra que es un impuesto sólo para afrontar estos tiempos de crisis. Luego ya no hará falta porque el Estado tendrá dinero de sobra por otras vías, qué estupendo.
Y en ese caso, ¿por qué no devuelve luego, cuando las cosas ya vayan bien, lo que ahora les va a cobrar a los ricos? Hay una emergencia y necesito tu dinero. Cuando volvamos a estar boyantes, descuida que te lo devuelvo. Abadone el contribuyente la esperanza de que nada se revierta.
El PP quita impuestos a los ricos, nosotros se lo ponemos
Eso sí, la cantinela gubernamental no descansa: el PP quita impuestos a los ricos, nosotros se lo ponemos. El PP sólo ayuda a los que más tienen, nosotros ayudamos a la clase media trabajadora de nuestro país.
Ocurre que en el argumentario gubernativo se ha abierto un agujero. Llamado deflactación. Porque esta otra medida que están anunciando los gobiernos del PP afecta a todos los contribuyentes, no sólo a los adinerados. Gómez de Celis, del PSOE, dijo anteayer muy conmovido: el PP lleva en su adn la subida inmisericorde de impuestos a la clase media. A ver, que está anunciando la deflactación del IRPF. No sólo el PP. También Urkullu, que tiene más autonomía fiscal que nadie y gobierna encamado con el PSOE.
La cantinela gubernamental: el PP sólo ayuda a los que más tienen, nosotros ayudamos a la clase media trabajadora de nuestro país
La deflactación se va abriendo camino. Y mira qué curioso: esta desarmonía entre las regiones que deflactan y las que no lo hacen no ha sido criticada por el armonioso gobierno recentralista. ¿Por qué? Porque la deflactación se abre camino.
No descarte que acabemos viendo a Sánchez anunciando, con pompa y circunstancia, que nos deflacta el tramo estatal del IRPF en atención a lo mal que lo sigue pasando la... la clase media trabajadora de nuestro país. Eso es. Ni un día sin entonar el salmo.