Ahora va a parecer que quien va a indultar a Junqueras es Garamendi, el de la CEOE. Ha dado más explicaciones en un día sobre lo que dijo y lo que no dijo que el presidente Sánchez en tres semanas. Cuánto revuelo en la CEOE, donde algunos empresarios poco partidarios del gobierno vieron, de pronto, a Garamendi como un infiltrado de Iván Redondo. Cuánto revuelo en el PP, donde algunos dirigentes se tomaron como una traición que Garamendi viera con buenos ojos los indultos, ya te vale, Antonio, con lo que nosotros hemos hecho por ti.
"Garamendi dice que él no ha tomado partido sobre los indultos. ¿Y qué si lo hubiera hecho?"
Aún estaba anoche el presidente de la CEOE explicándole a Juan Ramon Lucas que sí pero no, no pero sí. Que la patronal no está ni a favor ni en contra. Que ellos están en lo que están siempre, predicando la estabilidad y el consenso. Que bienvenida sea la normalidad. ¿Y si la forma de traerla son los indultos? Pues bueno, que en su derecho está el Gobierno, claro que sí. Pero claro que no, que la CEOE como tal no se pronuncia. Y su presidente, tampoco.
Cuántas explicaciones. Y todo porque aquí se da por hecho que si uno preside una patronal, es que es de derechas. Y si es de derechas, está en contra de indultar a los del procés. Y si siendo de derechas va y dice que los indultos pues ojalá sirvan, entonces es que se ha vendido al poder.
Hoy los indultos son de izquierdas porque Sánchez ha decidido indultar. Hoy oponerse al indulto es de derechas porque aquí es de derechas llevarle la contraria a Sánchez
Garamendi dice que él no ha tomado partido. ¿Y qué si lo hubiera hecho? ¿Qué pasa si el presidente de la patronal, o la patronal misma, bendice los indultos? Lo ha hecho la patronal catalana. Y el Círculo de Economía, que ha diseñado sus jornadas como una plataforma desde la que remar a favor de esto que llaman el reencuentro. Se han pronunciado a favor los sindicatos catalanes y tampoco ha habido escándalo alguno. ¿Lo hubiera habido si se hubieran pronunciado en contra? ¿Puede un sindicato, de izquierdas, estar en contra de los indultos? ¿Puede un cura de derechas estar a favor?
"En España todo es clasificado como de izquierdas o derechas"
El nuestro es ese país en el que todo acaba siendo clasificado como de izquierdas o de derechas. Da igual que tenga que ver, o no, con la ideología. Se trata de quién lo propone. Hoy los indultos son de izquierdas porque Sánchez ha decidido indultar. Hoy oponerse al indulto es de derechas porque aquí es de derechas llevarle la contraria a Sánchez. Tampoco nos vamos a sorprender a estas alturas, Andrés Trapiello.
Nos ha pasado con el agua, con los transportes, con la energía, con los espectáculos. ¿Los trasvases? De derechas. ¿Las desaladoras? De izquierdas. ¿El coche particular? De derechas. ¿La bicicleta? De izquierdas. ¿La gasolina? Muy de derechas. ¿La energía eólica? De izquierdas. ¿Fumar? De derechas. ¿Fumar hierba? De izquierdas.
Ayer la cavernícola y malvada CEOE y los rancios y caducos obispos se convirtieron, por un día, en referencia y fuente de autoridad para gentes que, en cualquier otro tema, los habrían despreciado. ¿Por qué? Porque no ven mal que se indulte. La jerarquía de la iglesia en Cataluña no que no lo vea mal, es que nunca vio bien que se les juzgara. Siguen atribuyéndose los obispos catalanes a sí mismos una influencia en la sociedad del país que hace tiempo que no tienen, con ayuda de comentaristas de prensa de inspiración vaticana que raro es el asunto en el que no ven la magnánima influencia del papa. ¿Y qué pasa porque los obispos digan lo que piensan? ¿Y qué pasa porque lo diga la patronal? ¿Y qué problema hay en que lo digan decenas de miles de personas que se manifiestan un domingo en Madrid?
En este debate quien tiene pendiente una explicación de verdad es el presidente del Gobierno, que es quien indulta
Si en este debate, en el que todo el mundo es libre de opinar, quien tiene pendiente una explicación de verdad es el presidente del gobierno. Que es quien indulta (porque puede) y es quien ya dejó claro que lo que opinen los demás no le influye. Anuncia la Moncloa que el lunes hablará largo de los indultos el presidente en Barcelona. Bien está. Y aún habría estado mejor que hubiera expuesto con detenimiento sus reflexiones ante el Congreso de los Diputados, antes y no después de los hechos consumados.
La explicación pendiente podría empezar así: ‘El día que se conoció la sentencia del Supremo prometí a la sociedad española que los condenados cumplirían íntegramente sus penas. Ahora les explicaré en qué momento, y por qué, comprendí que me había equivocado’. Ésa sería una exposición interesante. Un presidente disculpándose por haber prometido lo que hoy asume que fue un grave error. Esto es lo que ha cambiado y que me ha empujado a cambiar a mí mismo’. La explicación debería alcanzar hasta los episodios más recientes. ‘Ahora les explicaré por qué sabiendo ya que indultar es la llave para empezar a solucionar el problema, di instrucciones durante la campaña electoral catalana para que nadie en mi partido lo comentara. Es lógico que ustedes se pregunten por qué ocultó una noticia tan positiva y tan estimulante. No teman, también eso se lo voy a explicar’.
El Gobierno va sacando adelante su campaña de persuasión basada únicamente en identificar los indultos con el diálogo
A la espera quedamos de la exposición presidencial del lunes. Indultar no es de izquierdas. Ni de derechas. Indultar es de Sánchez. La decisión la ha tomado sólo él.
El gobierno va sacando adelante adelante, y hay que reconocérselo, su campaña de persuasión basada en un único elemento: identificar los indultos con el diálogo. Esta idea de que sin indultos no será posible dialogar con el independentismo catalán (aunque la mesa de diálogo lleve creada dos años). Y que oponerse a los indultos es oponerse al diálogo.
"Sostiene Lastra que la Transición española fue cosa del PSOE con la derecha en contra"
Sostiene Adriana Lastra, a quien la vicepresidenta Calvo debería matricular de urgencia en la memoria democrática, que Casado se está situando en el lado malo de la historia. Porque ya hay buenos y malos. El lado bueno es confiar en el acierto presidencial. El malo, cuestionarlo. Sostiene Lastra que la Transición española fue cosa del PSOE con la derecha en contra. Que el PP, o Alianza Popular de entonces, se subió al carro de la transición diez años después y cuando ya había salido adelante.
Al margen del afán, feo, de apropiarse de éxitos históricos a los que contribuyeron gentes de ideologías muy diversas ---también lo de ETA---, esto de que la transición se hizo sin la derecha... Cada vez que alguien menciona el papel que desempeñaron Fraga y Carrillo en aquel periodo de nuestra historia ---Zapatero lo hizo esta semana pasada---, ¿a qué creerá la señora Lastra que se refiere, si no es a la contribución de la derecha, y de la izquierda, al pacto nacional que fue la Constitución del 78? ¿Qué diría Adriana Lastra que recomendó votar Fraga en aquel referéndum? El día que lo descubra se va a quedar pasmada.