OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Begoña ya no enseña aquí"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la decisión de la Universidad Complutense de no renovar la cátedra que dirigía Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, debido a la investigación judicial por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción de los negocios.

👉 La Complutense decide no renovar la cátedra que codirige Begoña Gómez

Carlos Alsina

Madrid |

La vida sigue y habrá que sobreponerse a la pérdida, como se dice en casos luctuosos como éste. La Universidad Complutense de Madrid habrá de hacer de tripas corazón y sobreponerse a esta pérdida irreparable. Hay que salir adelante, estimado rector Goyache.

La vida sigue y no le queda otra a la universidad que demostrar que es capaz de seguir ofreciendo formación de calidad a sus alumnos aunque ya no haya cátedra para la Transformación Social Competitiva y ya no esté por allí Begoña Gómez. Cómo llenar un hueco como éste.

La cátedra de Begoña Gómez no ha sido renovada

Qué desafío, rector Goyache. Quién formará ahora a ‘profesionales expertos capaces de dar el impulso que necesita el mercado español para hacer compatible el impacto social con la rentabilidad’, que no sé exactamente lo que es pero usted seguro que sí porque es para lo que estaba la Cátedra Extraordinaria que no ha sido renovada. Quién generará ahora ‘el necesario debate su conceptualización para implicar de forma integral a todas las organizaciones’ (estoy leyendo la web de la cátedra difunta y temo que usted no esté entendiendo nada). Menos mal que luego explicaba la directora Gómez que se trata de pensar en modelos que permitan resetear el capitalismo. ¿Y quién lo reseteará ahora, querido rector?

No ha sobrevivido a la tormenta desatada en torno a la esposa del presidente y sus actividades profesionales

La Universidad Complutense -se supo anoche- no renueva a Begoña Gómez. Perdón, la cátedra que dirigía Begoña Gómez. El convenio era para cuatro años, se firmó en 2020 -año de pandemia- y no ha sobrevivido a la tormenta desatada en torno a la esposa del presidente y sus actividades profesionales, es decir, su relación con compañías privadas que ponían el dinero para que esta cátedra existiera. Sin patrocinador, es decir, alguien que ponga la viruta, estas cátedras extraordinarias no existen. Y los dos patrocinadores con que nació la criatura estaban francamente incómodos con la situación generada a raíz de la investigación del juez Peinado. Pones dinero para tener contento a alguien y, a la vuelta de cuatro años, se te atraganta la inversión de tanto verte en los papeles.

Un posible trato de favor por ser Begoña Gómez quien era

El rector de la Complutense, que acudió en su día a la Moncloa para verse con Gómez y salió de allí persuadido de que era oportunísima la cátedra y adecuadísima Begoña como directora, está investigado él mismo por el juzgado. Por si hubiera podido producirse un trato de favor por ser Gómez quien era. ¿Y quién era? ¿Pues no te he dicho que el rector se fue a verla a la Moncloa? Pues eso, la esposa del presidente del gobierno.

‘Nos reunimos allí’, declaró el rector ante el juez, ‘porque había pandemia y la universidad estaba cerrada’. A ver, que la Moncloa no es un lugar de acceso público: no es como quedamos en un parque. En julio de 2020 tenía acceso a la Moncloa el personal de la Presidencia del Gobierno. El rector no lo era. Y Begoña Gómez, tampoco.

La evidencia de que la mayoría parlamentaria del gobierno se esfumó

Sobrevivirá, seguro, la Complutense a esta pérdida irreparable. Y sobrevivirá la carrera profesional de Begoña Gómez, ojalá lo haga, por el bien del mercado español y su necesaria transformación social competitiva. Como diría Pedro Sánchez -a estos efectos, el marido- hay que seguir adelante con la agenda, con o sin el concurso de la Complutense.

En el pecado lleva el gobierno la penitencia

Hay días que empiezan torcidos y torcidos acaban. El día empezó ayer para el gobierno con la evidencia de que la mayoría parlamentaria que decía haber puesto en pie para toda la legislatura -el somos más del 23 de julio, aquello de Santos Cerdán recién casado con Puigdemont en Bruselas: no es un pacto sólo de investidura, es un pacto de legislatura- la evidencia de que esa mayoría se esfumó y que los hechos de agosto traen consecuencias que ayer empezaron a hacerse visibles.

Los hechos de agosto consistieron en que Puigdemont se quedó colgado de la brocha e Illa le ganó por la mano encamándose con Esquerra. Los hechos de agosto consistieron en que Puigdemont se chuleó del Estado apareciéndose y desapareciendo de Barcelona, pero que acabó donde ya estaba: expatriado por miedo a pisar el calabozo, enrabietado al verse reducido al papel de opositor a distancia y con la incómoda sensación de haber sido toreado por Pedro Sánchez.

Gobernar de prestado por obra y gracia de un partido como Junts te condena a estar ahora al albur de sus estrategias de demolición

A Junts todo lo que queda es desinflar el alcance del pacto fiscal imputándole a Esquerra haberse vendido por morralla y pasarse el día advirtiendo de que tiene en su mano descabalgar a Sánchez. No es verdad. Si acaso lo que tiene en su mano es coronar a Feijóo previa moción de censura. Y no parece que esté la derecha independentista catalana por hacerle semejante favor a la derecha española.

En el pecado lleva el gobierno la penitencia. Gobernar de prestado por obra y gracia de un partido como Junts te condena a estar ahora al albur de sus estrategias de demolición y te condena a tener que aguantar cada semana el chorreo agotador de la delegada puigdemómica en las Cortes Españolas, siempre descontenta Miriam Nogueras.

Ahí está Sánchez, gobernando, y ahí está Salvador Illa, gobernando, mientras Puigdemont languidece en Waterloo

Mujer, a estas alturas el gobierno sí sabe cómo actúa el partido de Puigdemont. Siempre está en la advertencia, en el cuidado, en el ojo, que tengo siete diputados, pero luego tiene la fuerza que tiene, que ahora mismo es poca. Ahí está Sánchez, gobernando, y ahí está Salvador Illa, gobernando, mientras Puigdemont languidece en Waterloo y Lluis Llach canta sus gestas a modo de elegía. Yo creo que Llach se aburría a sí mismo ayer en el mitin que les soltó a los asistentes a la manifestación deslucida de la Diada.

El gobierno va a seguir gobernando aunque el Parlamento se le haga el estrecho

Con la ausencia de Junts y con la abstención de Ábalos -ay, José Luis- se aprobó en el Congreso el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela. Primera vez que Ábalos vota distinto a su antiguo grupo. Primera pero no última. Quien quiera ver los mensajes de aviso, que los vea.

Pero ya ha dicho el gobierno que va a seguir gobernando aunque el Parlamento se le haga el estrecho, alabado sea por no dejarnos desamparados. Y como para sentar gente de su cuerda en los sillones que van quedando vacantes no necesita que el Parlamento le convalide nada, pues eso hará, seguir poniendo al frente de las instituciones sólo a gente afín. Progresista, claro que sí.

Hay que tener un gobernador del Banco de España progresista, un Consejo de Estado progresista, un fiscal general progresista, un presidente del CIS progresista, un presidente de Correos progresista y hasta una presidencia del Hipódromo también progresista. Todos de Pedro. Y todos con Pedro. Totus tuus.

Monólogo de Alsina 12/09/2024