Emitimos hoy desde Distrito Digital, en Alicante. El complejo de Agua Amarga que es sinónimo de innovación, de tecnología, de puesta en común y del afán por aprender y por emprender. Un saludo especialmente agradecido, esta mañana, a nuestros oyentes de esta tierra, de la millor terreta del món.
Un viaje al futuro
Ya les he contado que nos hemos traído la radio hasta aquí para viajar, desde aquí, al futuro. A un futuro en el que la inteligencia artificial no sólo esté presente en casi cada cosa que tengamos a nuestro alrededor, sino en el que haya reglas para el funcionamiento de la inteligencia artificial que garanticen que no se nos vuelva en contra. Porque a nuestro alrededor ya está.
Reservé el billete del AVE sin que participara en el proceso ninguna otra persona. De la estación al hotel supe cómo ir con un navegador. Lo activé de viva voz porque mi móvil entiende lo que le digo. Claro que para activar el móvil éste tiene que reconocer mi cara. Vi a un turista que no habla ni papa de español traduciendo al chino mandarín lo que el empleado del hotel le decía en perfecto valenciano (con un traductor online). Inteligencia artificial.
La inteligencia artificial se ocupa, cada vez más, de actividades rutinarias (o no tanto) que antes hacíamos los seres humanos
El alumbrado de las ciudades lo regula un ordenador. Y la recogida de basuras. Los periódicos saben qué noticias interesan más a sus lectores sin que haya un pelotón de personas preguntándoselo. Hay hospitales donde los cirujanos se dejan ayudar por un robot para las intervenciones más comunes. Y hay cirujanos que se preguntan si llegará el día en que ellos no sean necesarios. Le operará el doctor Hal 9000, que es éste chisme de aquí, créame, está en las mejores manos.
¿Quién se ocupa de supervisar la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial se ocupa, cada vez más, de actividades rutinarias (o no tanto) que antes hacíamos los seres humanos. Y se ocupa, cada vez más, de discurrir por nosotros. Por eso la pregunta es: quién se ocupa de supervisarla.
Esta frase que comentábamos antes de Tim Cook, el señor que dirige Apple: ‘Asegurarnos de que la inteligencia artificial vaya en beneficio de la Humanidad, y no en detrimento de ella’. O ésta otra, de Abhijot Naskar, que es un neurocientífico: ‘La inteligencia artificial tendrá repercusiones tan irreversibles en la vida humana que es imprescindible pisar con cautela’. Elon Musk, este millonario que lo mismo te vende viajes al espacio que se compra Twitter: ‘La inteligencia artificial crece a una velocidad tan enorme que el riesgo de que ocurra algo verdaderamente peligroso es de cinco o diez años máximo, estamos invocando al demonio’.
Toquemos madera para que el caudillo ruso sea el último de los seres humanos en dominar la inteligencia artificial
Y una más, ésta de Vladimir Putin, hablando del demonio: ‘El primer país que domine la inteligencia artificial será dueño del mundo’. Toquemos madera para que el caudillo ruso sea el último de los seres humanos en dominar la inteligencia artificial.
Día torcido para la ministra Irene Montero
Día grande, el de hoy, para la ministra Montero. Montero, María Jesús. Y día torcido para la ministra Montero, Irene. El PSOE mantiene el pulso a Podemos por la ley trans y vuelve a retrasar la presentación de enmiendas. Que es tanto como decir que pisa el freno en la tramitación y desoye todo lo que venía reclamando la ministra de Igualdad. Visto lo visto, lo que diga Irene Montero al Partido Socialista, es decir a Sánchez, le resbala.
El argumento del grupo socialista es que hay que hacer un texto con mayor seguridad jurídica y más garantista que el que ha llegado a las Cortes. Se ve que son tantas las correcciones que hay que hacer que a día de hoy no le ha dado tiempo al partido a formularlas.
Sánchez ignora a Irene Montero a sabiendas de que Yolanda Díaz no parece estar por la labor de convertir esto de los plazos en casus belli
Pequeño recordatorio: este texto lo aprobó el Consejo de Ministros el 27 de junio. Estamos a 26 de octubre. Habremos de concluir no sólo que los ministros socialistas, y su presidente, dieron su bendición en junio a un proyecto que ahora le parece al PSOE necesitado de ITV, sino que en tres meses no ha tenido tiempo el partido de concretar qué cambios son ésos que echa en falta y cómo deben reformularse.
Y algo más: que aún no se le ha escuchado a Pedro Sánchez una palabra sobre esta formidable discordia interna que la ley trans ha provocado en su partido y en su Gobierno. Sánchez ignora a Irene Montero a sabiendas de que Yolanda Díaz tampoco parece que esté por la labor de convertir esto de los plazos en casus belli.
Hasta dónde está dispuesto a llegar Podemos en su protesta contra el PSOE
No es mal día para recordar hoy que cada vez que el Consejo de Ministros aprueba un proyecto hay medios que titulan como si la ley ya hubiera sido aprobada. En rigor, nada de lo que dicen los ministros cuando aprueban un proyecto puede darse por definitivo hasta que las Cortes no lo hacen suyo. La ministra Montero proclamó con enorme convicción cómo iba a quedar regulada la autodeterminación de género y ahora se encuentra con que igual no queda como ella esperaba. En cuyo caso habrá que volver a hacerse la pregunta: hasta dónde está dispuesto a llegar Podemos en su protesta contra el PSOE.
Pregunta que sirve para el otro asunto sobre el que va a haber novedades pronto: el esperadísimo acuerdo-pasteleo entre el Gobierno (sector PSOE) y el PP para los veinte sillones del Consejo del Poder Judicial y los cinco de refresco en el Tribunal Constitucional.
Quienes están en la pomada sostienen que está al caer la fumata blanca. Con nueva presidenta del Supremo--presidenta que no presidente- y con Cándido Conde Pumpido como presidente del Constitucional. Y sin Victoria Rosell, la juez de Podemos, entre los veinte seleccionados para vocales. Si Podemos mantiene su palabra, sus diputados se opondrán al acuerdo. Aunque no eviten que los vocales sean elegidos porque PSOE y PP suman 208. Con los seis del PNV lo tienen hecho: mayoría de tres quintos y nueva alineación aprobada.
Día grande para la otra ministra Montero, María Jesús
La otra ministra Montero, María Jesús, tiene hoy su día grande. Uno de ellos. Hoy sube a la tribuna a defender sus cuentas para el año que viene y a celebrar que la oposición no tiene votos suficientes para enviárselas de vuelta a los corrales. Los presupuestos saldrán adelante, aunque cada vez acumulen más organismos, entidades y servicios de estudios que los retratan como poco fiables.
Los presupuestos saldrán adelante, aunque cada vez acumulen más organismos que los retratan como poco fiables
A los reparos que ya puso el Banco de España, la Autoridad Fiscal Independiente, el servicio de estudios del BBVA o el Instituto de Estudios Económicos se añade Funcas, que detecta un gasto público superior al presupuestado y con mayor peso de la deuda, por aquello de que los tipos de interés van a seguir subiendo y los inversores internacionales van a cobrar cada vez más caros sus préstamos.
La palabra maldita: recesión
Digamos que el horizonte se está oscureciendo a medida que se acerca el final del año. El INE publicará en breve su dato provisional del tercer trimestre. La Airef pronosticó ayer que lo que queda de este año y el comienzo del que viene menguará la economía española. No es sólo que pierda fuelle, es que decrecería. La palabra maldita que hasta ahora el Gobierno ha conseguido esquivar: recesión.
Se avecina un 2023 más amargo de lo que hasta ahora se pensaba
Si a la recesión que contempla ya la Airef le añade usted que la Autoridad Bancaria Europea, José Manuel Campa, advirtió esta semana de una recesión profunda y de duración incierta en la zona euro y que el nuevo primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, puso en alerta a los británicos ante la profunda crisis que se avecina y que requerirá, dijo, de medidas dolorosas lo que nos sale es un final de 2022 y un comienzo de 2023 más amargo de lo que hasta ahora se pensaba.
Más amargo todavía. Y sin expectativa alguna de que se ponga fin a esta pesadilla llamada guerra en Ucrania ni de que Rusia ponga fin a esta otra pesadilla llamada Vladimir Putin.