OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "La fiscalía patriótica"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las últimas investigaciones de la UCO al fiscal general del Estado, que apuntan a que él se encargó de filtrar la declaración de González Amador como parte de una maniobra del gobierno y la fiscalía para debilitar a Ayuso.

Carlos Alsina

Madrid |

Pues es la UCO. La misma UCO a la que la fiscalía ha dado crédito en infinidad de causas judiciales cuya investigación ha corrido a cargo de este cuerpo. Es la UCO la que ahora destapa guasaps que demuestran que la fiscalía general del Estado filtra caprichosamente a medios escogidos los casos que considera oportuno con intención de perjudicar o beneficiar, según de quién se trate, a los investigados.

Un patrón de conducta que refuta el discurso de cartón del fiscal general del Estado

La naturalidad con que la fiscal jefe de Madrid, Rodríguez, le comenta al teniente fiscal Villafañe, que la fiscal superior Lastra está enfadada porque la fiscalía general haya filtrado el caso de González Amador, la naturalidad con que Villafañe replica que con otras filtraciones no se ha enfadado, la naturalidad con que Rodríguez comenta que ha sido la fiscalía general del Estado quien ha dado publicidad al caso del novio de Ayuso, reflejan un patrón de conducta que refuta el discurso de cartón del fiscal general del Estado.

La UCO atribuye directamente a la fiscalía general del Estado la filtración, a ElDiario.es, de la causa contra el novio de Isabel Díaz Ayuso

Y tanto que no se investigan todas. En su departamento no sólo no se investiga ninguna sino que se practican con soltura. La UCO atribuye directamente a la fiscalía general del Estado la filtración, a ElDiario.es, de la causa contra el novio de Isabel Díaz Ayuso.

No es sólo el famoso correo con el que el fiscal general dice haber querido desmentir un bulo, es todo lo anterior. Quien identifica a un tal González Amador como pareja de Ayuso -supongo que a base de leer revistas del corazón- y filtra su caso a un periodista de investigación por razones bastante alejadas del interés general, y bastante parecidas a querer perjudicar a una adversaria política del gobierno actual, es la fiscalía general del Estado. Entregada a tareas que recuerdan más al ‘la fiscalía te lo afina’ de la etapa Rajoy que a la ejemplar lucha contra los bulos de que presume Sánchez.

García Ortiz, como participante en un delito de revelación de secretos

Además, la UCO -siempre la UCO- señala al máximo responsable de la fiscalía en España, García Ortiz, como participante en un delito de revelación de secretos, presuntamente. ‘Participación preeminente’, dicen los investigadores, que significa, primero, participación, o sea, contribuir a la revelación ilícita; y, segundo, preferente, o sea, superior, una participación con galones. Delictiva, presuntamente, y con galones.

La UCO señala al fiscal general del Estado por la filtración de un correo confidencial a la prensa.

El gobierno da y quita certificados de credibilidad según se ajuste a sus intereses

Cómo hará la fiscalía del Supremo, teniente fiscal Sánchez, para refutar el informe del mismo cuerpo en cuya profesionalidad y buen criterio tantas veces se ha apoyado lo veremos, a medida que avance la causa judicial. Cómo hará el gobierno para desechar ahora a la misma UCO a la que llegó a presentar como institución incuestionable del Estado de Derecho en España podemos ya adivinarlo: con la misma soltura con que el gobierno da y quita certificados de credibilidad, de buen trabajo y de criterio recto a todo el mundo: según se ajuste a sus intereses o todo lo contrario.

De la capacidad distorsionadora del equipo de persuasión y propaganda de la Moncloa no cabe dudar a estas alturas, se ha labrado una reputación tacita a tacita

Ya dio una versión francamente sesgada y desinformante de los informes de la UCO sobre el caso Begoña, qué le cuesta intentar convencernos a todos ahora de que lo sustancial de este otro informe es que no se ha encontrado la pistola humeante que permita probar que fue el fiscal general, personalmente, fiscal generalísimo y personalísimamente, quien apretó la tecla de enviar en su cuenta de gmail (o lo que fuera) para hacer llegar a periodistas de investigación el correo confidencial que el abogado de González Amador hizo llegar al fiscal que llevaba su caso.

De la capacidad distorsionadora del equipo de persuasión y propaganda de la Moncloa no cabe dudar a estas alturas, se ha labrado una reputación tacita a tacita. A la ministra portavoz, Alegría, ya le tocó demostrarlo cuando la Audiencia Provincial de Madrid negó que el juez Peinado estuviera haciendo una investigación prospectiva sobre Begoña y la ministra sostuvo que hacía dicho todo lo contrario. La lucha contra la desinformación empieza por uno mismo, pero para eso hay que querer informar, no confundir al personal con relatos truchos.

Filtras por adelantado y te cubres

El ministro para todo Ángel Víctor Torres reincidió ayer en dos de los vicios más conocidos del gobierno. El primero, distorsionar. Volvió con la matraca de que al pobrecito fiscal general lo investigan por haber desmentido un bulo, criatura.

Me temo que no. El fiscal general del Estado no dijo nada. Lo que hizo fue reclamarle al fiscal Salto, que estaba en el fútbol, los correos intercambiados con el abogado de Amador y escribir una nota de prensa atribuida a la fiscalía de Madrid con entrecomillados de uno de esos correos.

Como saben los fiscales, y como sabe Juan Lobato, si reproduces algo ya difundido no se te puede achacar revelación de secretos porque ya había dejado de ser secreto

La sospecha es que él mismo se encargara de hacer llegar ese correo a la Ser y El País para poder alegar que la nota sólo reproducía algo ya publicado, porque como saben los fiscales, y como sabe Juan Lobato, si reproduces algo ya difundido no se te puede achacar revelación de secretos porque ya había dejado de ser secreto. Filtras por adelantado y te cubres para poder difundir después el correo en su integridad.

La causa se le tuerce al gobierno

La causa se le tuerce notablemente al fiscal general porque su afición por la cosa política hace creíble, muy creíble, que él personalmente se ocupara de ejecutar toda la operación. Falta aún que la UCO entregue su informe sobre los dispositivos electrónicos que le fueron clonados al fiscal general para analizar su contenido, quién sabe qué mas saldrá.

Y la causa se le tuerce al gobierno porque es el gobierno -vicio número dos- quien volvió ayer a hablar del fiscal general como si fuera uno de los suyos, el delegado del gobierno para la fiscalía. Si el gobierno le considera, y le trata, como a un peón más -bueno, más que peón, oficial de alto rango- y la jefa de gabinete del jefe de gabinete, hoy ministro Óscar López en la Moncloa, se significa enviándole a Juan Lobato el correo de marras para que lo use en su labor de erosión de Díaz Ayuso, lo podrá explicar el PSOE como dios le dé a entender, pero da la impresión, ¿verdad?, de que todo encaja.

Una maniobra del gobierno y la fiscalía para debilitar a Ayuso usando al novio una semana después -no olvidemos- de que El Confidencial hubiera publicado la primera información sobre Begoña Gómez

Todo encaja en una maniobra del gobierno y la fiscalía para debilitar a Díaz Ayuso usando al novio una semana después -no olvidemos- de que El Confidencial hubiera publicado la primera información sobre la conexión entre Víctor de Aldama y Begoña Gómez (de que la hubiera publicado pese a la implicación personal del presidente, o la presión personal del presidente, para que no se publicara).

Lobato acudió al notario para cubrirse las espaldas

Lobato, por cierto, explicó ayer aquí porque le preguntó a su compañera y empleada en la Moncloa, Sánchez Acera, cuál era la procedencia del correo electrónico que ésta le animaba a usar contra Ayuso en la Asamblea. Le preguntó porque tenía la duda de si el material había sido filtrado directamente desde la fiscalía. O dicho de otro modo, para cubrirse él las espaldas no fuera a acabar implicado, como colaborador, en un delito de revelación de secretos.

La jefa de gabinete de López le dice que el correo procede de la prensa y, entonces, él no ve problema y lo usa. Ésta es la versión que dio aquí. Pero ocurre que el diario Abc contó una versión un poco distinta. Según ésta, Lobato le dice a la jefa de gabinete que no puede usar el correo porque es confidencial, y es ella quien le da la solución: filtrárselo a ElPlural para que lo publique y así Lobato pueda imprimirlo y usarlo como si lo hubiera sacado de ElPlural. El viejo truco.

Y ocurre que, según las fuentes de ABC, eso mismo se lo contó Lobato al notario al que llevó sus guasaps. Y el juez que investiga este asunto en el Supremo ya ha citado a Lobato y ha pedido al notario que le haga llegar todo el material.

Lobato declarará como testigo el viernes. El día que comienza el Congreso Federal del PSOE. El País publicó anoche esta información: ‘Lobato irrita al PSOE por su actuación en el correo de Ayuso. No entienden por qué fue a la notaría. Dirigentes madrileños opinan que no debería ir al Congreso de Sevilla’.

El PSOE en Madrid, imparable

Y esta frase atribuida a un peso pesado del PSOE madrileño: ‘Si no hubiera un Congreso por delante, el presidente cortaría por lo sano y haría como con Tomás Gómez’. Cielos, Tomás Gómez. El líder regional al que Sánchez defenestró aprovechando la falsa acusación sobre el tranvía de Parla para llevárselo por delante.

Sánchez, en puertas de hacerse un Tomás Gómez. El PSOE en Madrid, imparable.

Monólogo de Alsina 26/11/2024