OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Oscar al mejor acuerdo consigo mismo"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el anunciado acuerdo del Gobierno con el Gobierno para la reforma de las pensiones; una propuesta del gusto de los sindicatos hecha por Escrivá y que ha sido aplaudida por los sindicatos y Yolanda Díaz.

Carlos Alsina

Madrid | 13.03.2023 08:46

Nadie le ha pegado a nadie. En la gala de los Oscar. Empecemos por ahí ya que hace un año la noticia fue lo de Will Smith y no la intolerable injusticia de premiar a Coda en lugar de a ‘El poder del perro’.

Este año se ha quedado sin Oscar Cate Blanchet, pese a su trabajazo en 'Tar'; se ha quedado sin oscar Brendan Gleeson, habitante de 'Inisheri'n; se ha quedado sin Oscar Spielberg, autor de un autohomenaje llamado 'Los Fableman'; se ha quedado sin oscar Billy Nighy, el de 'Living'; se ha tenido que conformar con el Oscar a la película extranjera la gran triunfadora de los Bafta, ‘Sin novedad en el frente’.

'Todo a la vez en todas partes' arrasa en los Oscar

Y todos los premios principales se los ha llevado la obra de los Danieles. Se llama ‘Todo a la vez en todas partes’. Arrasó en la taquilla estaodunidense. En España debió de gustar poco, porque en el ránking de las más vistas quedó en el puesto número noventa y seis.

Tópicos de la noche: que ha ganado la generación Z, o sea, los treintañeros. Y que así Hollywood conecta con las nuevas generaciones que entienden el cine de otra manera (y no sé qué más). La película, desde luego, es rara. O en lenguaje de crítico cinéfilo, inclasificable.

Sánchez habla con gente que vota al PP

Hasta que llegaron los Oscar de madrugada, la mayor noticia que nos había dejado el fin de semana es que el presidente Sánchez habla con gente que vota al PP. En serio.

O sea, que aparte de jugar a la petanca con afiliados del PSOE, hacer running en Tenerife con cargos locales del PSOE, visitar en su casa a un joven de contrato preciario que es familia de un cargo local del PSOE y sorprender a mujeres rurales amadrinadas por una alcaldesa del PSOE, a veces tiene contacto, quién lo habría dicho, con votantes del PP. A los que él detecta inmediatamente como votantes del PP aunque le elogien a él. Adelante, presidente.

En lo único en lo que Sánchez no ha cambiado de criterio es en que se merece todos y cada uno de los elogios que se regala diariamente a sí mismo

Votantes del Partido Popular que echan pestes del partido al que votan. Hay gente rara rara rara de verdad. Menos mal que estábais vosotros, le dicen a Sánchez. Y él, pues les da la razón, qué va a hacer. Porque sólo a él le han tocado una pandemia, una guerra y entre medias, un volcán. Y por eso, en lo único en que no ha cambiado de criterio en los cuatro años y nueve meses que ya lleva gobernando es en que se merece todos y cada uno de los elogios que se regala diariamente a sí mismo.

La segunda legislatura de Zapatero, parte del malvado neoliberalismo

Ojo con esto de las décadas, presidente, que se le puede enfadar Zapatero. Si usted empezó a gobernar en 2018 y para entonces llevábamos una década de neoliberalismo en el poder, entonces es que toda la segunda legislatura de ZP la ubica usted en el malvado neoliberalismo.

No es por incordiar, pero ocurre que de 2008 a diciembre de 2011, España la siguió gobernando el PSOE. Con Sánchez de diputado, por cierto, y apoyando la bajada del sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones y todo aquello. ¡Una década!, pide el presidente. Lleva casi cinco años, pues cinco más. Rajoy, por cierto, gobernó seis y medio, ya no están tan lejos.

Presumir de gestión económica es uno de los estribillos electorales que con mayor fervor entonan los sanchistas de siempre y los sanchistas sobrevenidos. Salga usted al escenario, presidente de Extremadura, Fernández Vara.

Presumir de gestión económica es uno de los estribillos electorales que con mayor fervor entonan los sanchistas de siempre

Como de aquí a Pekín. De aquí es ‘de Mérida a Pekín’, nueve mil kilómetros que se hacen tan largos como un Mérida-Madrid en tren. Estaba en Mérida mitineando ayer el señor Fernández Vara en compañía de la ministra de guardia, María Jesús Montero, encantada de poder proclamar a pulmón lleno la extraordinaria noticia de que el Gobierno de coalición ha sido capaz de alumbrar una propuesta común para asegurar las pensiones del futuro, qué maravilla.

Un acuerdo del Gobierno con el Gobierno

Ni más ni menos que auncia un acuerdo. A ver, ministra, que el acuerdo es del Gobierno con el Gobierno. Ya sabemos que tienen ustedes tal cristo interno que hasta usted misma se sorprende de que, por un día, no se pongan como un trapo mutuamente, pero dado que la propuesta de Escrivá consiste, básicamente, en hacer pagar (perdón, cotizar) más a las empresas y más a quienes cobran salarios muy muy altos, qué mérito tiene que te lo apoye Yolanda Díaz.

Lo meritorio sería que te lo apoyara si hubieras aumentado la base de cómputo para que la pensión saliera más baja. Pero así… Consiga usted un acuerdo con la CEOE, con la Cepyme, con Lorenzo Amor, con el PP, con Ciudadanos y entonces sí, preséntelo como el mayor acontecimiento político de la historia de España. Pero hacer una propuesta del gusto de los sindicatos y que te la aplaudan los sindicatos y Yolanda Díaz, valga la redundancia, no parece que sea una proeza.

Hacer una propuesta del gusto de los sindicatos y que te la aplaudan los sindicatos y Yolanda Díaz, no parece que sea una proeza

Ahora, hace bien la ministra en destacar lo importante que es que quien se jubile cobre su pensión porque ya dijo ella misma que el jubilado no desea el dinero para sí; lo quiere para repartirlo entre sus descendientes a modo de subsidio para poder ir tirando en la España de los precios disparados y los jóvenes empobrecidos.

Quedan once semanas para las elecciones de mayo

El calendario es implacable y ya sólo quedan once semanas para las elecciones de mayo. Con tres episodios políticos que se producirán de aquí a entonces: la moción de censura de Tamamex (termina en equis porque lleva dentro a Vox); la remodelación de Gobierno que tiene pendiente Sánchez (salen Darias y Reyes-de-Madrid-Maroto, quien sabe si alguien más, cuando Sánchez se pone a hacer purgas es imparable, lo confirman desde el panteón Ábalos, Iván Redondo y Carmen Calvo); y… tercer acontecimiento planetario que aún no se ha producido: la confirmación de que Yo Yolanda Díaz quiere ser presidenta del Gobierno.

Yolanda Díaz ultima su autolanzamiento al frente de la plataforma Flotar (perdón, Sumar) mientras pelea por sobrevivir a las maniobras moradas para hundirla

No se ría porque aún no lo ha confirmado. El yolandismo hace saber que para finales de mes se producirá el feliz acontecimiento: la ministra que aceptó hace dos años ser ungida como vicepresidenta y futura candidata por un hombre llamado Pablo Iglesias, en clara actitud machista (a mí me lo debes) ha tenido tiempo de arrepentirse de no haber respondido a aquel dedazo reivindicando sus propios méritos para ascender en política.

Ahora ultima su autolanzamiento al frente de la plataforma Flotar (perdón, Sumar) mientras pelea por sobrevivir a las maniobras moradas para hundirla. En el multiverso de la política, Díaz ya ha comprobado queno se puede ser todo a la vez en todas partes.

Vídeo | Monólogo de Alsina: "Oscar al mejor acuerdo consigo mismo"