OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Pedir explicaciones"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre cómo el gobierno ha encontrado en el presunto fraude fiscal del novio de Isabel DíazAyuso la baza que necesitaba para equilibrar el marcador por el caso Koldo.

Carlos Alsina

Madrid |

Se manifiesta Tezanos esta mañana. En forma de encuesta con intención de voto. Sabremos si se ha animado ya a preguntar a los españoles por la amnistía -que ya toca, presidente del CIS, ya toca- o ha preferido preguntar por las monjitas gallegas que manipulan a los ancianos en sus asilos para que el PP gane las elecciones. Crucificar monjitas es gratis, ¿eh, Tezanos?

"Tiene que dar explicaciones", el comodín más burdo de los políticos

Veremos cómo va el marcador electoral, según los cálculos del sociólogo gubernamental que le hizo creer a Sánchez que Feijóo moriría en Galicia. Y Escucharemos a las nueve de la mañana la sesión de control al gobierno en el Congreso. Raro será que el presidente no pretenda convertirla en control al gobierno de Aznar -el 11M es su nuevo salmo favorito- y en control a Díaz Ayuso.

Raro será -lo escucharemos- que no repita de nuevo el conocido bulo de que a Casado lo apearon del liderazgo del PP por denunciar lo corrupta que es la presidenta madrileña. Y lo mal que ha elegido al novio.

Es de primero de política (o politiqueo) que cuando quieres alimentar la idea de que tu adversario está pringado en algo pero careces de prueba alguna para afirmarlo recurres al tiene que dar explicaciones

El comodín más burdo en los usos y costumbres de nuestros próceres políticos es esta expresión tan manida como hueca: ‘Tiene que dar explicaciones’.

Es de primero de política (o politiqueo) que cuando quieres alimentar la idea de que tu adversario está pringado en algo pero careces de prueba alguna para afirmarlo recurres al ‘tiene que dar explicaciones’. ‘Tiene que dar explicaciones’ viene a ser el escalón más bajo de la gresca: luego ya se pide la dimisión, la reprobación, la excomunión o el destierro.

Ejemplos de estos últimos días tenemos a patadas. Ayer le preguntamos aquí a Feijóo en qué se basa para afirmar que Sánchez estaba al tanto de las corrupciones de los koldos -presuntas- y que las encubrió. Y dijo Feijóo: lo que tiene que hacer Sánchez es dar explicaciones. ¿Y sobre su esposa y Air Europa? Ah, eso huele mal. Que dé explicaciones.

Cada uno intenta dar de beber al otro su propia medicina

El PSOE supo que Koldo mencionaba a Tellado en una conversación privada y dijo: ‘tiene que dar explicaciones’. ¿Quién, Koldo? No, Tellado, por haber sido mencionado. Replicó el PP: ‘quien tiene que dar explicaciones es Salvador Illa, que también lo mencionan, y Torres’. Y dijo el PSOE: ‘de explicaciones usted, Feijóo, aclare si es Alberto’. Y así, en bucle, hasta el día del juicio final. Si es que alguno de los casos llega a juicio.

Cuando dicen tiene que dar explicaciones es que carecen de chicha para tener agarrado de verdad al rival

Spoiler: cuando dicen ‘tiene que dar explicaciones’ es que carecen de chicha para tener agarrado de verdad al rival. Pero da igual porque esto es la guerra. Y cada uno intenta dar de beber al otro su propia medicina.

Alberto González, nuevo personaje en el Sálvame de la España político-mediática

Ayer sucedió algo inesperado. Gobierno y Partido Socialista, fusionados ya en una misma criatura, se lanzaron con tanto ahínco a cubrir a la novia de Alberto González de sospechas que dejaron al marido de Begoña Gómez sin argumentos para no decir ya él alguna cosa sobre el rescate de Air Europa.

Alberto González, nuevo personaje en el Sálvame de la España político-mediática, resulta ser el novio de la presidenta de Madrid Díaz Ayuso. Begoña Gómez es, como se sabe, la esposa del presidente del gobierno Pedro Sánchez.

A esta hora de la mañana de ayer, el departamento de persuasión y propaganda de la Moncloa estaba entregado en cuerpo y alma a distribuir la noticia de ElDiario.es que recogimos aquí: una denuncia de la fiscalía, basada en un informe de Hacienda, que atribuye a este ciudadano un fraude fiscal superior a los 120.000 euros (ahí está el presunto delito) en los ejercicios de 2020 y 2021.

Es un hecho de interés por ser quien es

Admitamos que si la noticia hubiera sido que la fiscalía denuncia por fraude a un tal González no habría sido ni noticia. Pero como el tal González es pareja de una presidenta autonómica, es un hecho de interés. (Por cierto, mismo argumento que empleó El Confidencial para informar sobre la actividad profesional de Begoña Gómez y le llovieron piedras del gobierno por la mala baba de meter en el debate público a un familiar). ¿Cómo era la doctrina de María Jesús Montero hasta ayer?

Desde ayer al gobierno le parece exigible que Díaz Ayuso dé explicaciones sobre la actividad mercantil y la tributación de su novio

Hasta ayer. Desde ayer al gobierno -no al PSOE, al gobierno- le parece exigible que Díaz Ayuso dé explicaciones sobre la actividad mercantil y la tributación de su novio. Se atribuyó la ministra Alegría una nueva función que hasta el gobierno no tenía: fiscalizar novias de presuntos defraudadores.

Más transparencia y menos fruta

Ahí está la factoría de eslóganes: más transparencia y menos fruta. Lástima que la portavoz del gobierno -¡del gobierno!- no tuviera tiempo para aclarar qué irregularidad le achacano al denunciado sino a la novia, qué se supone que ha hecho Ayuso que deba ser explicado: ¿le pidió al tal Alberto, antes de empezar a salir, un certificado de penales? ¿Su última declaración de IRPF? ¿Le reclamó, antes de seguir con la relación y empezar a convivir, una auditoría sobre el origen del dinero que empleó para pagarse el piso?

Lástima que la portavoz del gobierno no tuviera tiempo para aclarar qué irregularidad le achaca no al denunciado sino a la novia, qué se supone que ha hecho Ayuso que deba ser explicado

Horas después fue la ministra de Hacienda, responsable de la Agencia Tributaria, quien se lanzó al barro para dar por hecho el fraude y añadir un par de imputaciones más recurriendo a la vieja coartada de que ‘lo han publicado los medios’ (cuánto crédito da la ministra a los medios el día que le conviene y cuánto le niega cuando lo que publican le es adverso).

Dos imputaciones de la ministra de Hacienda: que el novio pagó el piso con dinero defraudado (eso en el informe de su Agencia Tributaria no viene) y que cobró, atención, comisiones por mascarillas durante la pandemia. Ocurre que esto último no lo había publicado ningún medio.

Lo de las mascarillas lo publicaron ElDiario y El País. Dos horas después de que la ministra de Hacienda dijera haberlo leído en los medios. Un caso asombroso de anticipación lectora.

Comisiones por mascarillas en pandemia

Comisiones por mascarillas en pandemia. Según la Agencia Tributaria, en 2020 una de las sociedades de Alberto González hace negocio intermediando entre proveedores y compradores de mascarillas, de ahí sale la renta por la que Hacienda reclama una tributación muy superior a la que se produjo.

No tuvo contratos, que se sepa, con el gobierno madrileño y no era en aquel momento el novio de la presidenta. Todos los hechos que recoge el informe de Hacienda son anteriores al noviazgo. Circunstancia que el PSOE -esto es la guerra- prefiere pasar por alto.

El gobierno ha encontrado la baza para equilibrar el marcador por el caso Koldo

Y ésta es, al final, la cuestión. El gobierno, vía Agencia Tributaria, cree haber encontrado la baza que necesitaba para equilibrar el marcador por el caso Koldo y darle de beber a Ayuso su propia medicina: las imputaciones no necesariamente probadas.

Que Ayuso tiene un problema con el novio y con el piso del novio lo admiten hasta los más ayusistas de su partido: aunque ella no esté acusada de irregularidad alguna, y aunque nunca haya contado en qué piso duerme, tener a la pareja denunciada por fraude no ayuda, por mucho que la responsabilidad política no incluya, hasta ahora, dimitir de tu noviazgo.

Los portavoces gubernamentales han dejado sin argumentos a Sánchez para seguir haciéndose el loco sobre el vínculo profesional (y la amistad) de su esposa con el consejero delegado de Air Europa

Pero en su afán por exprimir el asunto del novio, y volver a sacar a la palestra al hermano -asunto archivado-, al padre y a no sé cuánta familia más, los portavoces gubernamentales (hace méritos Errejón) han dejado sin argumentos al presidente Sánchez para seguir haciéndose el loco sobre el vínculo profesional (y la amistad) de su esposa con el consejero delegado de una empresa que fue rescatada por su gobierno y que tenía contratado como asesor a Víctor de Aldama, el amigo de Koldo que acompañó a José Luis Ábalos a recibir a Delcy en Barajas. ¿Qué expresión utilizó ayer el presidente?

Eso es. No se puede defender una cosa y su contraria. Si Ayuso tiene que explicar la actividad de un ciudadano al que su gobierno no consta que haya beneficiado en nada sólo porque es su novio, a ver por qué el presidente no va a tener que explicar nada sobre la relación de una ciudadana, que es su esposa, con una empresa que recibió de su gobierno auxilio económico. Es decir, sobre su propia actuación en el rescate de una empresa con la que su familia tenía un vínculo.

Dar explicaciones. El comodín más usado en el debate político hispánico.

Tres historias para empezar el día con Alsina 13/03/2024