En octubre de 2019, Juan Pedro Valentín, excelente colega, entrevistó al presidente del gobierno. Eran los días en que ardía Cataluña, se decía. Algaradas, cortes de carretera, neumáticos incendiados, el apreteu apreteu de los CDR. Le preguntó Juan Pedro al presidente si le preocupaba que brotara terrorismo en Cataluña.
El gobierno se muestra incómodo porque el debate gira en torno a los delitos de terrorismo
Esta declaración soliviantó a Joaquim Torra. Se revolvió contra el presidente por estar vinculando al movimiento independentista con la violencia y el terrorismo. Le respondió el presidente que es la policía judicial la que investiga los actos violentos y son los jueces los que establecen quiénes han cometido qué delitos.
El dirigente político que más alimentó en 2019 la idea de que los CDR recurrían a la violencia fue el presidente del gobierno
El dirigente político que más alimentó en 2019 la idea de que los CDR recurrían a la violencia -lo que en el País Vasco se llamó terrorismo de baja intensidad- fue el presidente del gobierno. Ahora el gobierno se muestra muy incómodo porque el debate sobre la amnistía gira en torno a los delitos de terrorismo. Intenta sacar el terrorismo del debate, dice con buen criterio el diario El País. Pero cómo lo vas a sacar si lo has metido tú.
Se hizo el ministro de Justicia esta pregunta.
¿Quién ha dicho que sean comparables los CDR con ETA?
Cabe hacerse otra pregunta: ¿quién ha dicho que sea comparable? O quién ha dicho que el debate sea si los CDR se parecen en algo a ETA. Claro que ETA no va a ser amnistiada -ni siquiera hizo falta indultar a Otegi-, pero el asunto no es ése. El asunto es si alguno de los CDR, de los tsunami o de quienes los dirigían pudo incurrir en delito de terrorismo a la luz de los informes de la Guardia Civil, sobre los que el ministro juez Marlaska imagino que tiene buena opinión.
Que el procés no se pareciera al terrorismo de ETA -una evidencia- no significa que la Audiencia Nacional no tenga procesados a doce CDR por terrorismo
Que el procés no se pareciera al terrorismo de ETA -una evidencia- no significa que la Audiencia Nacional no tenga procesados a doce CDR por terrorismo. La sala de lo Penal, no sólo el juez instructor.
No le corresponde al gobierno instruir a un juez sobre a quién procesar y por qué
El delito de terrorismo, como sabe el ministro de Justicia, incluye muchas variantes, no es sólo el coche bomba de ETA. Ya se verá si acaban condenados, o no, por terrorismo los CDR; ya se verá qué decide el Supremo sobre los indicios que afectan a Puigdemont. Tal como es el Constitucional quien decide qué es constitucional y qué no lo es, son los tribunales quienes establecen quién cometió terrorismo y quién no. No le corresponde al gobierno instruir a un juez sobre a quién procesar y por qué.
La incomodidad del gobierno con este tema es comprensible. Pero conviene tener presente cómo hemos llegado hasta aquí. ¿Cómo hemos llegado al debate sobre qué es terrorismo? O mejor, sobre qué no es aunque a un juez se lo pueda parecer.
Rápido ejercicio de memoria reciente: Sánchez se comprometió con Puigdemont y Junqueras a abortar las causas judiciales que afectan a los CDR y los tsunami. Cuando empezó la negociación, el PSOE sostenía que estos agitadores del procés quedarían fuera de la amnistía porque lo suyo eran algaradas, desórdenes públicos, actos violentos. Luego tragó y los metió bajo el paraguas. ¿Problema? Que si el delito del que se les acusa es terrorismo, la Unión Europea puede decir que el terrorismo no es amnistiable y aguar la amnistía española.
¿Solución? Amnistiar el delito de terrorismo declarando que si no hubo consecuencias verdaderamente graves, no es propiamente terrorismo
El juez del caso, a más a más, señaló a Puigdemont como posible implicado en el tsunami y, por tanto, como potencial acusado de terrorismo. Ah, esto ya fueron palabras mayores para el gobierno, porque una cosa es que te compliquen amnistiar a los CDR y otra que esté en duda que Puigdemont acabe amnistiado. ¿Solución? Amnistiar el delito de terrorismo declarando que si no hubo consecuencias verdaderamente graves, no es propiamente terrorismo.
El gobierno contraprograma a un juez
Resumen: nadie estaría hablando de qué es y qué no es terrorismo si no fuera porque el gobierno extendió el paraguas de la amnistía a los tsunamis y los CDR. Dices: y porque un juez quiere empurar a Puigdemont. Sí, eso también. Pero lo otro fue antes y no es excluyente.
Claro que se puede discrepar y criticar que un juez impute por un delito que otros no ven. Pero quien se ha metido de cabeza en la discusión es el gobierno en su deriva legislativa ‘ahora pa acá, ahora pa allá’, encelado en ir contraprogramando a un juez a base de ponerle parches a la ley de amnistía.
Este es el primer gobierno que se exhibe legislando a golpe de regate a una instrucción judicial
No será Castellón el primer juez que impute un delito que al final decae (ya se verá) pero sí es éste el primer gobierno que se exhibe legislando a golpe de regate a una instrucción judicial.
Innovación de la brigada de ingeniería legal del presidente Sánchez
Y en contra de lo que dice el vehemente Puente -que en otros tiempos aceptaba de buen grado comparecer en este programa y ahora lo rehúye, él sabrá por qué- un juez nunca va a poder impedir que el Parlamento legisle porque un juez nunca tiene la última palabra sobre ningún asunto (hay instancias por encima de él, de otros jueces, de todos los colores, que avalan o tumban sus decisiones).
Lo que no está previsto es que el Parlamento se dedique a hacerle oposición a un juez
Y aún en el supuesto de que al juez lo movieran fines políticos y estuviera prevaricando para arruinarle a Sánchez la amnistía, no sería el Parlamento quien tuviera que ocuparse de ello. Un juez no está para hacerle oposición al Parlamento, en efecto, pero hay cauces previstos para impedirlo y sancionarlo si así fuera. Lo que no está previsto es que el Parlamento se dedique a hacerle oposición a un juez. Ésta sí es una innovación gentileza de la brigada de ingeniería legal del presidente Sánchez.
Ojo, Page, que en casa Pedro están perdiendo la paciencia
De éstas, le cae un expediente a Page. El único dirigente del PSOE, como él mismo se encargó de recordar, que aún consigue mayorías absolutas. Cuidado, Page, cuidadooo. Si el gobierno de Sánchez es capaz de darle la vuelta al Código Penal para salvar la cara a sus colegas, no va a ser capaz la ejecutiva de Sánchez de interpretar los Estatutos del partido de tal forma que se tipifique como sacrilegio criticar las cesiones a Junts y causa suficiente para amontonar unos troncos en Ferraz y quemar al hereje en la hoguera.
El partido que, según definición propia, más se parece a la España diversa y plural lleva malamente que haya diversidad de opiniones internas sobre la alianza con Puigdemont
Ojo, Page, que en casa Pedro están perdiendo la paciencia. Lo he leído en La Vanguardia: ‘en la dirección del partido se declaran hartos de las críticas, empieza a cansar’. Tic, tac, tic, tac. El partido que, según definición propia, más se parece a la España diversa y plural lleva malamente que haya diversidad de opiniones internas sobre la alianza con Puigdemont y la hipoteca permanente que esa hipoteca supone.
Diversidad de opiniones: está la de Page (Lambán y un poquito, pero muy poquito, Lobato) y está la de todos los demás. A un lado -lado chiquitito- quienes creen que de tanto borrar líneas rojas el asunto se le ha ido a Pedro de madre, al otro -lado hegemónico- quienes entienden que lo que haga Pedro bien hecho está porque sirve para salvar los muebles.
La escabechina socialista en las elecciones de mayo
Recuérdese que antes de las elecciones en julio, de las que salió vivo el gobierno, hubo unas elecciones en mayo de las que no salió vivo casi nadie (en el ámbito de la izquierda, digo). Y que aquella escabechina fue interpretada como la reprobación de la mayoría de los votantes a las alianzas del PSOE. En julio fue distinto porque entraron en el puzzle Cataluña y el País Vasco. Y con todo, el mapa quedó como quedó: la conjunción progresista-separatista sólo ganó las elecciones generales en Cataluña, el País Vasco,Navarra y Extremadura.
Pero, ¿qué es lo que ha dicho Page que tan mal ha sentado en Ferraz? Pues que el PSOE no es sospechoso de ignorar el marco constitucional. Oye, si se hubiera quedado ahí. Pero como luego siguió…
Lo de situar al PSOE en el extrarradio ha irritado a quienes se encargan de decidir cada día dónde se sitúa el PSOE, si más cerca de Waterloo, de Suiza o del Palau de la Generalitat
Obsérvese que no dice que su partido haya cruzado el límite, la línea roja que diría Puente. A punto de pisar la frontera constitucional. Estas metáforas geográficas dan para una tesis. Pero lo de situar al PSOE en el extrarradio ha irritado a quienes se encargan de decidir cada día dónde se sitúa el PSOE, si más cerca de Waterloo, de Suiza o del Palau de la Generalitat.
A ver, novedad, novedad lo que se dice novedad, que Page censure a Sánchez por entenderse con Puigdemont, hacerle una amnistía a medida, entenderse con Junqueras, hacerle una condonación de deuda a medida, entenderse con Otegi, hacerle una alcaldía de Pamplona a medida, pues no es. Pero, por alguna razón, lo del extrarradio de ayer ha soliviantado a Ferraz sobremanera. Sólo hay que escuchar al ministro antiPage Óscar Puente.
No estaba de humor la dirigencia socialista
El extrarradio eres tú. Qué buen ambiente en el PSOE. Uno de los tres presidentes autonómicos que se salvaron en mayo resulta que es PSOE, pero al límite. No estaba de humor la dirigencia socialista, ni los ministros, me temo, para que encima apareciera ayer Page a echar sal en la herida del debate sobre qué es terrorismo y cuándo lo es.
No estaba de humor ayer la cúpula socialista porque lo de Page llegó en el mismo día en que prácticamente toda la prensa, incluidos medios habitualmente comprensivos con las tácticas de Moncloa, daban por hecho que el partido se ha tragado la línea roja de no amnistiar terrorismo remendando por enésima vez el texto de la amnistía y creando esta nueva figura del terrorismo sin intención directa de vulnerar gravemente derechos humanos. Es decir, amnistiable.