Sí que cambian los estados de ánimo, eh. En dos semanas hemos pasado de la pájara falsa… al subidón, subidón. Estamos mejor que queremos.
La economía española va como un cohete
Ahora que el presidente del gobierno ha dejado pequeño a Aznar al explicarnos cuál es la diferencia entre una moto y un cohete, en concreto cuatro décimas de PIB, las que ha mejorado la previsión de la Comisión Europea para España.
Eso es. Un 1,7 de crecimiento es ir como una moto, un 2,1 es ir como un cohete. Cómo mejore un poco más el crecimiento previsto se queda el presidente sin artefactos veloces con los que hacer metáforas. Pídele luego a los demás que abandonen la hipérbole.
El presidente ha dejado pequeño a Aznar y su ‘España va bien’ que tanta burla generó en su tiempo
Ahora que el presidente ha dejado pequeño a Aznar y su ‘España va bien’ que tanta burla generó en su tiempo, les leo, por su interés, este editorial del diario El País que dice: ‘Pocos habrían pronosticado hace un año resultados económicos tan favorables como los que presenta el gobierno, pero casi nadie habría previsto que esos resultados coincidieran con un deterioro del clima político como el que hoy preocupa a un número creciente de ciudadanos. ¿Por qué si España va bien tanta gente tiene el pálpito de un regreso al pasado de bandos irreconciliables?’ Dice el editorial. ‘Cualquier balance de la acción del gobierno tendrá que tomar en consideración la buena gestión económica, pero no podrá prescindir del casi nulo aprovechamiento de ese factor para mejorar la convivencia’. (Aclaro que el editorial de El País es de hace veintisiete años, mayo de 1997, y llevaba por título: ‘España va bien, los españoles no tanto’).
Un presidente alardeando de bonanza económica era motivo de chanza
Aznar fue carne de caricatura por aquel eslogan de batalla, bien lo recuerda el PSOE que se choteó bastante. Estaban los guiñoles del Canal+, con sus sátiras corrosivas del gobierno en prime time (no sé cómo llevaría el gobierno de ahora unos guiñoles diarios después de Vicente Vallés, por ejemplo).
Dijo Felipe González, ya en la oposición: ‘España va tan bien tan bien, que hasta Portugal va mejor’. Un presidente alardeando de bonanza económica era, inevitablemente, motivo de chanza. En aquel momento la economía española crecía casi al 4% anual; hoy crecemos al 2,1%.
Aznar presumía de haber rescatado la economía española de la mala gestión de los socialistas -aunque con Felipe habíamos llegado a crecer al cinco por ciento- y Sánchez presume de haberla rescatado de los recortes de Rajoy -aunque con Rajoy se superó la recesión y el último año crecíamos más que ahora-.
La desmesura en el autoelogio
En esto, el actual presidente innova poco. Si acaso, se deja llevar por la desmesura en el autoelogio -se pasa de frenada- y hace que hasta Yolanda Díaz, compañera de tándem, compañera, le pida que se modere.
El crecimiento de la economía española, pese a la doble crisis que hemos atravesado, pandemia primero e inflación después, es un hecho objetivo que nadie le podrá discutir al presidente. La Comisión europea -lo contamos ayer- ha mejorado su estimación para España este año. Tan cierto es eso como que ha empeorado la del año siguiente.
Es la propia Comisión la que señala que el buen comportamiento del mercado laboral español está siendo clave en nuestro desempeño económico. Hay récord histórico de empleados y han mejorado los salarios, aunque sea poco. La subida, más abultada y rápida que con cualquier otro gobierno, del salario mínimo interprofesional no ha lastrado, como tantos analistas profetizaban, la creación de empleo. Los indicadores son positivos.
Tan cierto como todo eso es que la Comisión europea refleja que la velocidad de crecimiento baja
Y de nuevo, tan cierto como todo eso es que la Comisión europea -citada ayer por el presidente como fuente de autoridad- refleja que la velocidad de crecimiento baja. ¿Año 2023? Dos y medio por ciento. ¿Año 24? Dos con uno. ¿Año 25? Uno con nueve. El cohete, presidente, va a ir perdiendo altura. Y un cohete que se va frenando deja de ser un cohete.
El ránking, cosecha propia de Sánchez
Los números que hace la comisión europea son los que son. Lo del ranking es cosecha propia de Sánchez.
Aquí los supertacañones habrían tocado la campana. Que presumamos de maillot amarillo de la zona euro es injusto porque Grecia nos saca una décima, Eslovenia dos, Chipre nos saca siete, Croacia más de un punto y Malta, más del doble. Y para 2025 aún perdemos posiciones. Para 2025 lo que dice la Comisión es que España se quedará en el 1,9% frente a Irlanda, 3,6, presidente, se le va a enfadar su colega Harris; Malta, 4,3; Chipre, 2,9; Grecia, 2,3; Eslovenia, 2,6; Croacia, 2,9. Si hay seis países de la zona euro que van a crecer más que nosotros, ¿cómo podemos ser el que más crece?
Dices: lo habrá calculado en crecimiento bruto, no en porcentaje. Pues tampoco, porque entonces el año que viene quien nos gana es Alemania.
Los rankings los carga el diablo y conviene no desmerecer a los socios europeos, se llamen Grecia, o Irlanda o la pequeña Malta. Ya le pasó a Zapatero con aquella obsesión por adelantar a Italia y meternos en la champions (y no sé qué) y aún se lo deben de estar recordando los italianos. Yolanda Díaz le ha sugerido a su compadre el presidente que modere la euforia. Ella, que es tan gobierno de España como el PSOE, detecta malestar social.
Yolanda Díaz le ha sugerido a su compadre el presidente que modere la euforia
Bien es verdad que los ejemplos de malestar que pone son empleados públicos de las comunidades autónomas (a mí que me registren). Y bien es verdad que a la vez que pide huir del triunfalismo se cuelga ella misma una medalla. Ahí está la vicepresidenta dos haciendo historia y sin votantes que se lo reconozcan.
En otros tiempos se decía que los gobiernos debían huir del autobombo. Y que algunos estaban tan pendientes del PIB que olvidaban que también es importante ver cómo se reparte y a cuánto tocamos. En PIB por cabeza -PIB per cápita- aún nos queda trecho por recorrer no para liderar la zona euro, sino para alcanzar siquiera la media.
No quedamos tan mal como en Eurovisión pero tampoco da para presumir de cohete
Con el billón y medio de euros que constituye nuestro PIB nacional tocamos a 31.000 euros por barba. Los franceses tocan a 40.000, los alemanes a cincuenta, los irlandeses a noventa y cinco. En esto ocupamos el puesto décimo segundo de veinte. No quedamos tan mal como en Eurovisión pero tampoco da para presumir de cohete.