Atención, señor Galindo. Atención, señor Galindo. Éste es un llamado desprendido por si estuviera usted cerca de Estrasburgo y no le incomodara acercarse hasta el Parlamento Europeo en su calidad de acompañante. Por si acaso el secretario general del PSOE, y presidente del gobierno de España, pudiera requerir de sus servicios de compañía.
Ocurre que nuestro presidente tiene hoy examen a su presidencia europea en Estrasburgo, que coincide que es el lugar donde se gana la vida -digámoslo así- su nuevo compadre progresista putinista, el molt amnistiable president Puigdemont.
Qué menos que aprovechar para hacerle un cariño a Puigdemont
Qué menos, ¿verdad?, que menos que el secretario general del Partido Socialista que presume de haber devuelto a Puigdemont a la democracia constitucional, y que tiene abierto con él un encomiable, ejemplar y transparente proceso de negociación (o procés negociador) en Suiza, qué menos que aprovechar que ambos están en el mismo edificio para hacerle un cariño. Si el grado de apego aún no da para una reunión formal con urna gigante en la pared, al menos un roce improvisado en un pasillo, treinta segundos caminando juntos hasta el baño, como si fuera Biden.
Ha de pasar ya página, presidente; deje de huirlos como si fueran a arruinarle el book. Si los blanquea, los blanquea
Hoy tiene en su mano nuestro presidente plasmar en un hermoso documento gráfico todo esto que viene predicando sobre el diálogo, el entendimiento y el ponerse en el lugar del otro (siempre que el otro no sea de derechas o si es de derechas, sea independentista). Si hace falta Galindo, presidente, que se persone. No deja de resultar llamativo que a estas alturas de su tercera investidura, y liderando la Conjunción Progresista-Separatista de la que son motor necesario los Junqueras, los Otegi y los Puigdemont no se haya visto jamás una foto del presidente con ninguno de ellos. Después de la sedición, me refiero.
Ha de pasar ya página, presidente; deje de huirlos como si fueran a arruinarle el book. Si los blanquea, los blanquea. Galindo, usted, por si acaso, esté disponible.
La presidencia española de la Unión Europea se examina llegado su final
La presidencia española de la Unión Europea se examina llegado su final -corre turno- y habiendo resultado, al menos para nuestra política doméstica, bastante poca cosa comparada con las expectativas que alimentó el gobierno en su momento. Hay que entender que, de no haber sido por las elecciones municipales de mayo, en estos días de diciembre se estaría librando la batalla de la generales. Acuérdese de que tocaban ahora.
Sánchez pasa el testigo sin haber logrado sentar a una mesa de negociación a Zelenski y a Putin
Y la hoja de ruta monclovita, tan voluble como todo lo demás en esa casa, el balance de la presidencia de turno iba a servir para disparar el respaldo popular al líder. Ya se ve que en política, y en la vida en general, las expectativas las carga el diablo.
Sánchez pasa el testigo sin haber logrado sentar a una mesa de negociación a Zelenski y a Putin, con los chinos, los americanos y los europeos mediando. O verificando. Dices: bueno, ha conseguido sentarse él a negociar con Puigdemont en Suiza y con acompañante salvadoreño del que él mismo hace broma. ‘¿Dónde grabáis eso de supervivientes?’, le preguntó el presidente a Jorge Javier Vázquez, ¿en Honduras?’ Pronúnciese con tono de ‘donde Cristo perdió los clavos’.
Un respeto para Honduras, que es un gran país, como sabe Federico Trillo. ¡Viva!
El legado más conocido de la presidencia española de la Unión es la rehabilitación política del eurodiputado Puigdemont
El legado más conocido de la presidencia española de la Unión es la rehabilitación política del eurodiputado Puigdemont. Que anda el hombre viendo a ver qué llega antes: si la sentencia definitiva que lo deje sin inmunidad o la amnistía de Sánchez que le otorgue la impunidad. Así se va escribiendo la historia.
Se ha dolido el prófugo en estas últimas horas de que la Unión Europea no avance en lo de aceptar el catalán como lengua oficial. Nuestro gobierno se rajó ayer y lo sacó de la agenda, de moment. Y Puigdemont, en lugar de llamar a Galindo para chivarse de que Albares flaquea ha cargado contra el PP por haber españolizado el debate europeo. (Ésta es buena). Se queja él, que ha dedicado siete años de su azarosa vida a intentar que Europa le hiciera casito. Y ahora, Europa le estorba.
Patxi López, ardiente defensor de la impunidad puigdemónica
En el Congreso de los Diputados se consumó ayer la transustanciación de Patxi López en ardiente defensor de la impunidad puigdemónica. La amnistía pasó su primer examen parlamentario y va para adelante.
Como recordaron todos los grupos que no son el PSOE, va para adelante porque un grupo, sólo uno, ha pegado un bandazo y hoy defiende lo contrario de lo que defendió siempre. Ya lo siento, Patxi, pero ése grupo es el del PSOE. Ni el PP, ni Vox, ni Sumar, ni Podemos, ni el PNV, ni Bildu, ni Esquerra, ni Junts, ni el Bloque, ni Coalición Canaria, ni UPN pueden ser acusados de haber dado gato por liebre a sus votantes.
Todos están en la misma posición en que siempre estuvieron. Unos por la amnistía, otros en contra. Es natural que la posición más incómoda sea la del PSOE
Todos están en la misma posición en que siempre estuvieron. Unos por la amnistía, otros en contra. Es natural que la posición más incómoda sea la del PSOE. Y que Patxi sobreactúe. Otra oportunidad perdida para dirigirse al país, admitir el bandazo y pedir pedir perdón por haber privado a los catalanes de cinco hermosos años de convivencia y amor al prójimo. Patxi eligió dirigirse a la oposición y hacer de látigo de Feijóo más que de evangelizador en la nueva fe. Cada uno escoge lo que quiere ser, también en el Parlamento.
Aflojen con las mayúsculas, oiga, aflojen
Feijóo vino a decir que se han abierto las puertas del infierno, y que no hubo día más negro en el Congreso exceptuando lo de Tejero. Desde el PSOE han dicho que hay que ver, que cómo le gusta exagerar. Y a la vez han comparado la amnistía de Puigdemont con la amnistía del 77 y la Transición democrática. Aflojen con las mayúsculas, oiga, aflojen.
Los socios del gobierno en la Conjunción Progresista-Separatista exigieron con gran determinación a Feijóo que abandone las hipérboles. Esto parece de José Luis Cuerda: un pueblo indignado por el abuso de la hipérbole. Lo que ocurre es que los portavoces independentistas, por más que le exijan al PP, van a conseguir bien poco.
Los Rufianes, Nogueras y Aragoneses ya han pasado de pantalla. Ellos ya están en lo siguiente, que es el referéndum
Por eso resultó más interesante lo que le exigen no a Feijóo sino a Sánchez. Recién iniciada la tramitación parlamentaria de la amnistía, los Rufianes, Nogueras y Aragoneses ya han pasado de pantalla. Con razón. La amnistía tardará más o menos, pero la dan por hecha. Ellos ya están en lo siguiente. Que es, a medio plazo, el referéndum.
El argumento del PSOE para descartar el referéndum es el mismo que usaba para la amnistía
No se le puede discutir a Rufián esto que siempre dice: que el argumento del PSOE para descartar el referéndum es el mismo que usaba para descartar la amnistía… hasta que dejó de descartarla. Así es. A corto plazo lo que quieren acelerar los puigdemones es el linchamiento a los jueces del Supremo que se ocuparon del procés. Aquí está Miriam Nogueras dando nombres para la purga.
En un país gobernado por Nogueras los delicuentes, como se ve, serían los jueces que aplican la ley y no los gobernantes que la violan a sabienda de que lo hacen. En un país gobernado por Nogueras ni siquiera habría, como se ve, presunción de inocencia. Claro, los compadres indepes del socialismo patrio ven al PSOE tan receptivo a lo de lawfare que aspiran, de su mano, a empurar a los jueces. Y a todo el que sostuviera en 2017 que lo de Puigdemont era una rebelión de libro.
En un país gobernado por Nogueras ni siquiera habría, como se ve, presunción de inocencia
Cuidado, presidente, a ver si Nogueras va a querer empurarle también a usted. Dijo el ministro Bolaños, menos mal, que el gobierno en esto no está de acuerdo con su socio de investidura.
La pregunta, también en esto, es si la declaración del ministro de Justicia es firme, y perenne, o está sujeta a las circunstancias cambiantes. Si es, por ejemplo, tan firme como aquella que hizo en julio celebrando que Puigdemont estuviera más cerca del juzgado.
Si el PSOE hubiera tenido mayoría absoluta no habría amnistía
El PSOE no se cansa de decir estos días que es injusto reprocharle que no llevara la amnistía en su programa porque cuando uno necesita pactar para gobernar tiene que aceptar medidas que no llevaba. Habremos de concluir, entonces, que de no haber necesitado pactar con los independentistas no habría habido amnistía.
Y éste es un argumento interesante. Porque lo que Sánchez y sus altavoces nos vienen diciendo es que si el PSOE hubiera obtenido mayoría absoluta en las urnas ¡por supuesto que no habría habido amnistía! No habrían tenido que pactar nada con nadie, luego habrían aplicado su programa electoral estricto, sin amnistía.
Si ésta es la medida necesaria, deseable, imprescindible para conseguir la convivencia, ¿cómo pueden decir que no la habrían aprobado de no necesitar el apoyo de otros grupos?
Pero vamos a ver, si ésta es la medida necesaria, deseable, imprescindible para conseguir la convivencia, ¿cómo pueden decir que no la habrían aprobado de no necesitar el apoyo de otros grupos? Si es necesaria, virtuosa, benéfica, la habrían hecho aunque tuvieran mayoría absoluta, ¿no?
Pues no. Ésa es la cosa. Que en la propia argumentación averiada va incluido el reconocimiento de que todo esto, Patxi, es chatarra. Y arrear a la derecha sirve para entretener a la parroquia, pero no obra el milagro de convertir argumentario de cartón en palabra de dios por más salmos que uno encadene.