No debe de ser cosa sencilla sacar un tren entero, volcado, de un túnel tan largo como el que cruza Madrid de Atocha a Chamartín. El espacio para meter ahí máquinas es el que es, el peso del convoy volcado también es el que es y no hay forma de sacarlo sin que eso afecte al resto de los trenes que utilizan ese túnel.
Lo que anoche decidieron Adif, Renfe y los otros operadores que ahora compiten con la empresa pública en algunas líneas, es dejar el trabajo de sacar de ahí el tren volcado para el fin de semana que viene y poder, así, utilizar las vías del túnel que no están afectadas para que los demás trenes sigan circulando. Es decir, dar prioridad entre semana a la prestación del servicio y dejar para el sábado y el domingo, cuando el tráfico es menor, las alteraciones impepinables para sacar de ahí dentro el tren siniestrado. Que no llevaba pasajeros, como ya hemos contado, iba vacío y remolcado camino de los talleres, pero cuyo accidente generó un trastorno enorme a quince mil viajeros durante el fin de semana. Especialmente a quienes tenían destino, o procedencia, en la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, que son los que parten de Chamartín.
Adif, Renfe, el ministro Puente, anunciaron anoche que, concluido el follón, esta mañana se recupera la normalidad en todos los servicios.
Veinticinco mil personas pidiéndole a Sánchez que se marche
Acudió más gente este domingo a la manifestación contra el gobierno que el domingo pasado a la manifestación contra el precio de los alquileres. Lo dice la delegación del gobierno en Madrid, que no es sospechosa de antisanchismo sino más bien todo lo contrario: el delegado trabajó mano a mano con Sánchez en la Moncloa y usa el cargo para atizar siempre que puede a Ayuso, en eso están empatados.
Veinticinco mil personas pidiéndole a Sánchez que se marche, veintidós mil pidiendo que se le meta mano al problema de la vivienda. Dato de la delegación, porque los convocantes, tanto los de una como los de otra sostienen que hubo cuatrocientas mil tirando por lo bajo.
Veinticinco mil personas pidiéndole a Sánchez que se marche, veintidós mil pidiendo que se le meta mano al problema de la vivienda
A diferencia de lo que hizo el gobierno el lunes pasado, escuchando el clamor de la calle y declarándose comprensivo… ayer todo lo que se le escuchó a un miembro del gobierno, el ministro Puente que estaba en Lugo recibiendo un premio, es que a estas cosas de la derecha, ni caso.
Para estos manifestantes no hay ni comprensión ni mucho menos, esperanza. Tampoco para Esperanza Aguirre, que se dejó ver por la plaza de Castilla. La manifestación no la convocaban ni el PP ni Vox -ni Manos Limpias, ni siquiera el juez Peinado-, la convocaban asociaciones reunidas en una plataforma (ha debido de sexarlas ya el gobierno y le sale que son todas muy de derechas), pero sí estuvieron dirigentes del PP, perfil bajo, y de Vox, perfil máximo para lo que va quedando de Vox, o sea, Abascal.
El CIS, salvo sorpresa, dará ventaja al PSOE sobre el PP
Hoy publica Tezanos barómetro del CIS y, salvo sorpresa, le volverá a dar al PSOE una ventaja holgada sobre el PP -quién sabe si aún mayor que la de hace un mes-, porque nada impulsa más el tirón electoral de un partido político, como se sabe, que tener a su ex secretario de organización metido en un caso de corrupción con novia y piso pagado por un grupo de empresarios o tener al presidente del gobierno cazado en el engaño de haber ocultado cuatro años que él estaba al tanto de que Delcy venía.
Nada impulsa más el tirón electoral de un partido que tener al presidente del gobierno cazado en el engaño de haber ocultado que él estaba al tanto de que Delcy venía
Y de qué otras cosas estaría al tanto Sánchez sin que aún haya tenido a bien contarlas. Ninguna de las preguntas que quedaron en el aire la semana pasada han tenido respuesta durante el fin de semana. Seguimos sin saber qué sabía el presidente, años 2019, 2020, 2021 de este Víctor de Aldama que ahora aparece en todas las salsas: que si el chalé de Cádiz, que si los hidrocarburos, que si Air Europa, que si el dinero de Delcy.
El gobierno está indignado con los jueces, da igual cuando leas esto
El gobierno ha hecho saber, a través de las fuentes habituales en que beben algunos diarios, que el gobierno está indignado con los jueces -da igual cuando leas esto- y que el auto del Tribunal Superior de Madrid que el viernes tumbó la querella de Sánchez contra el juez Peinado y le sacó los colores a la abogacía del Estado incluye una frase con puntos suspensivos más propios de una columna de opinión política que de un auto (esto lo leí en la crónica de El País) que desconciertan al gobierno y hacen evidente la animadversión de una parte de la judicatura. O le desconciertan o le hacen evidente algo, ambas cosas a la vez quedan raras.
Rechazo total al argumento de Sánchez según el cual citar como testigo a un presidente y negarle la posibilidad de declarar por escrito es una injusticia galopante
Los puntos suspensivos son los que usan los tres jueces para dar la razón a la abogacía del Estado sólo en un aspecto: cuando dice que algunas resoluciones judiciales pueden influir en el devenir político de un país. Así es, dice el tribunal, hay ejemplos no tan lejanos en el tiempo (puntos suspensivos).
Lo sustancial del auto, naturalmente, no son los puntos suspensivos que indignan al gobierno (entiéndase, a la Moncloa, el resto de ministros ni pincha ni corta) sino el rechazo total al precario argumento de la abogacía del Estado, o sea, de Sánchez, según el cual citar como testigo a un presidente y negarle la posibilidad de declarar por escrito es una injusticia galopante. Porque se daña a la institución: se la estigmatiza, llegó a decir el gobierno en su reacción hiperventilada a cualquier decisión del juez Peinado.
El derecho de Sánchez a no perjudicar a su esposa
El juez lo que dijo es que citaba a Pedro Sánchez no por lo que hubiera podido hacer como presidente, sino para saber qué sabía de las actividades de su esposa. Y ocurre que fue precisamente eso lo que sirvió a Sánchez para no decir ni mú: el derecho a no perjudicar a su esposa.
El cónyuge está dispensado de la obligación de declarar. Por ser cónyuge, no por ser presidente. Nada más terminar de declarar, Sánchez hizo saber que se querellaba contra el juez. Perdón, que la abogacía del Estado se querellaría (haciendo de abogacía personal del ciudadano Sánchez).
Fiasco de la ofensiva legal de un presidente de gobierno contra un juez de instrucción
El fiasco ha sido total. Fiasco de la ofensiva legal de un presidente de gobierno contra un juez de instrucción. Seguirá, en todo caso, la ofensiva propagandística de sus ministros y la desinformación en que se ha especializado la Moncloa.
Tezanos le consolará. Tezanos, y el fiasco que también va a encajar el PP cuando la Audiencia Nacional archive la querella que presentó la semana pasada contra el PSOE.